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Ruinas, VILLAMANIN

Golpejar se sitúa en ladera sobre un espolón de barrancos, una vez superada la línea de prados que lo acercan a Villamanín y al Bernesga.

La realidad de este pueblo, genuinamente labrador y ganadero, viene certificada por otra serie de topónimos, que así lo indican: ´La Campa Grande´, ´Los Corrales´, o ´La Campa Cerrá´. Otros topónimos dan fe de sus industrias comunales, como ´El Molino´, ´El Calero´, ´La Mina´ o ´La Fabricona´...

Estos dos últimos vienen a demostrar la enorme ayuda de la toponimia para entender el pasado de los pueblos: Así ´La Fabricona´ fue el nombre popular que se dio al conjunto de edificaciones donde se seleccionaba y trataba el mineral de cobre y cobalto procedente de la Mina Profunda, de Cármenes, que en su explotación moderna, del siglo XX, llegaba a Golpejar a través de una línea de baldes. Estos edificios fueron bombardeados por la ´Legión Cóndor´, de guarnición en la Virgen del Camino, unos días antes que Guernica. Parece ser que se consideraba esta industria minera como estratégica y de vital importancia para la República. Los edificios no volvieron a recuperarse, y sus paredes aún se alzan, como muñones, en una descarnada denuncia de la autodestrucción humana.
(Julio de 2016)