Amigo Manuel. Cuántas veces subimos a esta torre, para repicar sus campanas, bien para misa, difuntos, fiestas, fuego, etc. Recuerdo aquellos banzos desvencijados, hechos con palos, por dónde subíamos a la torre. Que ilusión nos hacía repicar, y más voltear las campanas subidos a las troneras para impulsar las con los pies. Que tiempos aquellos. Durante mi niñez nunca hubo nido de las cigüeñas en la torre. Anidaban sobre el tejado de la capilla. El gallo de la veleta ha desaparecido Está muy bien que se organicen fiestas, que se hagan carteles, que se vendan camisetas...pero mas importante que todo eso es mantener el pueblo mas cuidado.
Si se dejaran de lado las rencillas y envidias todos podríamos contribuir a tener un pueblo que en lugar de ser criticado por los pueblos vecinos, fuera admirado. Primos os devuelvo el saludo y muchas gracias por acordados, hay que pillar un fin de semana que nos valla bien atodos y nos vemos. ¿vale? chao. Soy de la casa de arriba saludos a mi primita la peluquera.