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Ayer, al amanecer, crucé
caminando el valle.
El rocío humedeció la hierba reseca,
y dejó el aroma del ganado,
del verano, de la era, como un regalo
a mi nariz hambrienta.
El sentido voló al pasado;
Entre carros de mies, cansancio.
Amaneceres hermosos, cansancio.
Medio días abrasadores, cansancio. ... (ver texto completo)
Un año pasado ha, largo, largo.
Un año pasado ha y Mimo sigue en silencio.
¿Alguien sabe por qué?
¿Quizá cuando se abrían las rosas en Pucela, se fue a descansar a Castrovega?
¿Se fue acaso a visitar a su hermana y se olvidó de volver?
Si eso fue, que tu descanso sea plácido y, espera, espera, espéranos, que no tardaremos en acompañarte.
Y un verano era enorme, eran días de ir a pescar ranas en las charcas medio secas, días de sol y juegos, días de trilla, de ir sentados en los trillos cuando a la tarde la trilla ya estaba avanzada, la paja era corta y sentado en la parte posterior del trillo, ir dando vueltas en círculo, arrastrado por el suelo de la era los pies descalzos y sentir el roce de los granos de trigo en los pies desnudos, ¡qué maravilla! Y una vuelta y otra y si no te veían podía durar eternamente pues aquello debía ... (ver texto completo)
y el cuco que saluda a la mañana
y la flor que ofrece su belleza
y la sombra bienhechora que nos protege
y el olor de la tierra recien levantada
y la vida que invita a vivir
vivir de verdad
emocionados
limpios
sencillos
sinceros ... (ver texto completo)
Debo pasarme por el pueblo para despedirme de unos amigos que están a punto de partir, aunque creo que esperarán a la fiesta para iniciar el viaje; quieren disfrutar del sol del verano, calentarse en su calor y vivir en su color, y quieren sentir el frescor de unos amaneceres de sol rojo y bajo, frescos preludios de los calores terribles del mediodía. Quieren esperar las visitas de estos meses, los retornos de antiguos amigos o compañeros, gente que está cerca o lejos, pero que no acostumbra a menudear ... (ver texto completo)
De algún pensamiento.

Por la calle arriba vienen bajando.
Por la calle abajo vienen subiendo.
Ni suben, ni bajan, ni se mueven,
pero nunca están quietos mis pensamientos.
Van de la vida a la muerte,
van del ayer al mañana,
van del amor al olvido,
de la soledad a la nostalgia. ... (ver texto completo)
Perdonen los de san Román, esta segunda foto no pertenece al pueblo es la de Corbillos de los Oteros, les envie mensaje para que me publicaran la que sí es de San Román de el mes pasado, llovía y se ve perfectamente la iglesia hecha desde la carretera. A ver si logro que me la rectifiquen o que me publiquen la otra. Un saludo paisanos de la comarca.
Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, ... (ver texto completo)
No te quejes, en mi pueblo y está al ladito del tuyo, podríamos ir andando, yo estoy bien sola. Nadie escribe, entran y salen de puntillas, y aquí sí que no hay huellas que valgan, son realmente invisibles, opodríamos añadir, más -ibles, pero el respeto a la libertad es lo más grande que como personas podemos regalarnos recíprocamente. Ah, lo de pasar por tu puerta, que bonita metáfora. Por la mía tambien ha pasado e intento como tú atraparla, tenemos derecho a ser felices y que nada de lo que hagan ... (ver texto completo)
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, ... (ver texto completo)
Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan ... (ver texto completo)
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan ... (ver texto completo)
Y los mejores quesos de oveja siempre fueron los de Ovidio
José María
perdían entre sus silbidos, yo iba pensando en la conversación que habíamos tenido resguardados del frío en la manojera, un poco antes, y así fue que se me ha quedado gravada en la memoria, aquella tarde de viento y frio insoportables, de miembros rígidos, aire limpio, de vida dura, de confidencias entreveladas, y aquellos detalles de calidad humana y aquellas sensaciones, han quedado para siempre unidas a la visión flotante de la luz en el llano, a la juventud primera, (si es que lo era) y a la ... (ver texto completo)
Allí, arrebujados en los viejísimos tabardos, frotándonos las manos con ánimo de entrar en calor, Tonino sacó un paquete de cigarrillos, (celtas creo) un poco arrugados de estar paseándose mucho tiempo por el bolsillo y recibiendo golpes, me ofreció uno diciéndome: toma, te ayudará a entrar en calor, y así fue, una vez encendido, poníamos las manos en cuenco alrededor del pitillo, y entre la brasa y el humo algo de calor se notaba en los dedos casi rígidos del frío. Allí, recostados contra los palos, rehechos ya un poco, me explicó una de las aventuras que le tocó vivir durante los aciagos días de la guerra civil. Allá por los campos de batalla de Teruel, un día fueron superados por el enemigo y se quedaron aislados de su unidad, sin saber cómo podían reincorporarse a ella, sin ningún tipo de avituallamiento ni posibilidad de encontrarlo. De día se escondían como podían, y por la noche avanzaban en la oscuridad; el frío era terrible, no podían hacer fuego por miedo a ser descubiertos y el hambre era ya de tres días cuando, en el amanecer, se encontraron que estaban en un campo sembrado de patatas, y sacando el machete comenzaron a escarbar en la tierra helada hasta conseguir sacar alguna, y allí mismo se las comieron, crudas y congeladas, tal era la necesidad. Decía que eran malísimas e indigestas, pero los ácidos que llenaban su estómago no tuvieron problemas en digerirlas. Se llevaron unas cuantas y se arriesgaron a hacer fuego y cocerlas en una lata que se encontraron, el agua se la suministró la nieve que cubría la tierra, y decía que no las dieron tiempo a cocerse, que aun estaban duras cuando pinchándolas con la punta del machete, se las comían con piel incluida y no echaron en falta la sal, decía que fue las mejores patatas que en su vida había comido. No recuerdo cómo ni cuándo consiguieron reincorporarse a su unidad, pero recuerdo que siguió un poco más la conversación y ésta llevo a otra parecida también sobre necesidades, penas y dolores y cómo estas precariedades hacen que en la vida se aprecien de distinta manera las cosas. Por ejemplo dijo: mira esos hombres que lo tienen todo, están en su casa con calefacción, buena y mucha comida, buena bebida y después se fuman un puro, jamás disfrutarán tanto como lo hemos hecho nosotros con ese cigarrillo que nos acabamos de fumar, ellos tienen de todo y cuando se tiene todo, nada tiene importancia, pero cuando no hay casi de nada, un pequeño placer puede llegar a ser sublime.
Aquella tarde, continuamos con la poda por un tiempo corto, pues el frío era insoportable y al fin decidió que era mejor volvernos a casa y no seguir jugándonos la salud con el cortante viento del norte. Más tarde, cuando caminábamos camino a casa con las tijeras colgando del brazo, las manos escondidas en los bolsillos y aquella gorra con orejeras, calada a fondo, la cabeza ladeada presentando batalla al viento, en silencio, pues las palabras se perdían entre sus silbidos ... (ver texto completo)
Como se puede obtener información del nacimiento de mi abuelo que nació en Santas Martas en el 1900 aprox. y luego se vino a la Argentina donde fueron pioneros en
Cipolletti (Provincia de Río Negro) y hoy vivimos todos sus descendientes.
Les agradecería el intercambio de información.
Visiten La Patagonia Argentina! Gracias
Buenaas tardes Manuel, donde encontrarás datos es en el libro de NACIMIENTOS, del juzgado al que pertenece tu pueblo. Es curiosísimo, podrías lograr hasta el oficio de tus bisabuelos, la hora exacta de su nacimiento, orden que ocupa, nombre de los abuelos paternos, a veces los maternos no los escribían. Necesitas, fecha de nacimiento y los dos apellidos. que los encuentres. Suerte. Yo he encontrado mi árbol hasta los tatarabuelos y más alla. Consulté en Corbillos y Pajares de los Oteros. animo. Un ... (ver texto completo)