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¡Qué maravillosa es la vida!
Esta vida nuestra de todos los días; la de nuestros amigos, la de nuestros vecinos, la de nuestros parientes, la de esa gente que vemos casi todos los días.
Esta vida nuestra, a la que no damos importancia, la que vivimos todos los días, y los días vienen tan juntos que ni notamos su paso.
Pero un día, casi sin darnos cuenta, quizá por culpa de un sonido, de una luz reflejada, de un brillo imperfecto, de un pensamiento perdido, de una mirada maliciosa…, no sé, siempre ... (ver texto completo)
¿Cuántos habéis hoy celebrado, don Miguel y ucho?
Que lo hagas, yo lo celebro mucho.
Con el que espera en Pajares tras la cancela, brindo por ti y, por que cumplas otro.
Y eso haré el próximo.
Y eso no será poco, si no mucho. Don Miguelucho.
Muchas felicidades, amigo.
Estirando la pata voy hacia la calle de abajo.
Buscan equilibrio los pies sobre un zapato.
La cabeza gira en vacío, empezando un remolino.
Jo…, que derecho voy y que torcido el camino.
La gente acude a la plaza
Por la calle de arriba vienen bajando.
Por las de abajo vienen subiendo.
Todos se juntan en medio.
Casi todos charlando aunque hay alguno discutiendo.
Empiezan a repartir la parrillada... (ver texto completo)
Retazos de momentos.

No sé si volvieron alguna vez sus huesos a pisar el polvo de las calles de Santa Cristina, supongo que sí, aunque yo no recuerde, pero es que mi memoria tiene inmensas lagunas, y por desgracia para mí, aumentan día tras día. De todas maneras, creo que su último viaje no rindió parada en el pueblo.
¡Descansa en paz grandullón, que nunca usaste de tu fuerza para asustar a los niños, ni a los grandes!
Aquella tarde, que debió ser en época de la siega, era de las típicas de ... (ver texto completo)
Te envío el teléfono de Victorino; 638449772, hijo de Chencha. Creo que te pueda informar. Yo nací en Castrovega pero luego he vivido en Santa Cristina y no conozco a todo el mundo. Soy nieto de la Sra Juliana e hijo de Agapio.

Saludos y suerte.
Ola saves algo algen de viktorin komo esta
En el poniente dorado
por una luz de despedida,
en la tarde de verano,
como una vela latina
de ese barco de misterio,
del viento toda hinchada,
por un mar de nubes negras,
navega la luna nueva.
En el silencio del campo
llega la noche callada, ... (ver texto completo)
LA BOINA

Recuerdo una tarde de primavera, quizá con el aliento del verano ya cercano, pues hacía una temperatura cálida.
De esto, ¿cuántos años? ¿cincuenta, sesenta, no sé, pero muchos?
Allá mediada la tarde, la atmósfera se fue cargando; una tormenta incipiente se formaba sobre la vertical de nuestro pueblo, y poco a poco, trueno a trueno iba creciendo pero no era nada del otro mundo, una tormenta más.
Los trabajos en el campo continuaron aunque de vez en cuando, algún trueno nos hacía alzar ... (ver texto completo)
casa en alquiler
La tarde declinaba
suave, cálida y lenta.
En el parque quedaba
la sombra de una fiesta.
De unos días a esta parte, me asalta con inusitada frecuencia una imagen en un momento muy especial para mí.
En aquel momento me arrancó una carcajada callada y cerrando la boca no fuese que alguien al verme se sintiera o sintiese descubierto y ofendido. Hoy, todos estos días y tantas veces cada día, cuando al recuerdo llega la deliciosa imagen, sigue acudiendo también la sonrisa si no la carcajada, ya no callada. Son ventajas de poder mirar de frente y ver por el lado, así despistas.
Momento solemne, de recogimiento, (el sitio imagínatelo) una madre y su hija (18-20 añitos) preciosa, sentadas una junto a la otra. La madre tras unas gafas de sol parece que siempre apunta al centro y adelante, parece absorbida por el momento, la hija está más distendida, quizá mentalmente ausente, no importa…de pronto, como si obedeciera a un resorte, rapidísimamente, la mano derecha sale disparada hacia la falda de la niña, que quizá habrá ido subiendo más de lo aceptable por la mamá, la obliga a bajar de un tirón, y con la misma rapidez vuelve a cruzarse sobre el regazo como estaba uno segundo antes. La chica, un poco asustada, mira a su madre, que le pega un repaso en total silencio con solo un gesto de la cara, un movimiento de la cabeza y un despectivo volver a la posición de mirar al frente y al centro como si estuviera realmente interesada en lo que estaba sucediendo unos metros más allá.
Estoy convencido que ninguna de las personas que estaban en el contorno se enteró del acto, pero para mí fue un recuerdo de otros días.
¡Que maravilloso instante, que delicia!
¡Dios mío, que hermosura!
En S. 18-05-17 Rogelio. ... (ver texto completo)
A la luna luna, que salga por Castrotierra/ a la luna luna, que salga llena/ y en el campo sin fin, la belleza / de la noche clara y sin estrellas.

Al caer la noche, al rosario las campanas tocan y un punto más lejos, de las ovejas suenan los cencerros cuando van subiendo por Gallegos, rebaño tras rebaño, primero el pastor después los perros y entre silbido y silbido algún juramento, que aunque la noche es hermosa cuesta mucho ganarse el sustento.

Ya entraron Manuel y Paulino y Marti y Moises ... (ver texto completo)
Por estos "ventanos" salió el Sr. Miguel, cuando chico, a coger los pollos de mochuelo (fonsos).
Hola soy Tony el Belga, haber si Avelino el hijo de la señora Encarna y de el Difunto señor Macario me hecha un ojo en esta pajina para poneros en contacto el o cuaquiera de los hermanos, o cualquiera de Jesus Francisco Valiente Enci Feli Luis Tino Carlos Maria del carmen y otros muchos QUE NO RECUERDO EL NOMBRE UN ABRAZO DESDE bELJICA;
Sentado a la puerta del tiempo, desde el lado izquierdo, por donde pasan los sueños rotos, veo pasar dirección contraria, las ilusiones fallidas, y por el centro de la inmensa calzada pasan, casi invisibles, amores, alegrías y tantas cosas buenas que nos regala la vida.
Yo, a veces, miro en silencio pasar la vida.
El invierno llegó tarde, pero llegó.
Y la vida se durmió, como siempre.
El campo se vistió de gris y los pájaros enmudecieron en los días cortos.
Y nos visitó la nieve.
Y prendimos ... (ver texto completo)
que señor mas guapo