A DavidA DAVID
Nos ha dejado tu cuerpo,
nunca nos dejará tu alma;
con tus ojos hablabas,
con tus mimos expresabas.
El viento llevó tu nombre,
tú te quedarás para siempre;
hombre tierno, casi niño,
ser ilustre y vivaracho.
Llenaste de luz un pueblo,
los años que Dios te dio;
tu rayo tiene un destello
que siempre se recordará.
Sin pretenderlo ni osarlo
la atención se te marcó,
de todos los bien nacidos
en ese pueblo de Dios.
Banecidas te saluda, te despide
con afecto y con fervor.
¡Qué descanses muchachito!
allá donde Dios te envió.
Con afecto, Algil. ... (ver texto completo)
Nos ha dejado tu cuerpo,
nunca nos dejará tu alma;
con tus ojos hablabas,
con tus mimos expresabas.
El viento llevó tu nombre,
tú te quedarás para siempre;
hombre tierno, casi niño,
ser ilustre y vivaracho.
Llenaste de luz un pueblo,
los años que Dios te dio;
tu rayo tiene un destello
que siempre se recordará.
Sin pretenderlo ni osarlo
la atención se te marcó,
de todos los bien nacidos
en ese pueblo de Dios.
Banecidas te saluda, te despide
con afecto y con fervor.
¡Qué descanses muchachito!
allá donde Dios te envió.
Con afecto, Algil. ... (ver texto completo)