Ante la triste pérdida de Salvador, me uno al sentimiento de su
familia, y de Omaña en general. Pues fue un hombre muy célebre y muy querido. Hoy ha decidido acompañar con su acordeón al
coro de los ángeles en el
cielo, seguro que su "son" del chano, la jota y todos los
bailes, serán bien acogidos en las alturas, donde seguro descansará. Q. E. D. Salvador te recordaremos siempre.