En este lugar, a muchos años, se alzaba el célebre
castillo de
Valmartino (aún se ve el foso, pero sin
agua, ya que la sacaron para regar), donde se dice que los moros al irse precipitadamente dejaron armas y tesoros. Bueno, pues un buen día, algunos arqueólogos del
pueblo se pusieron a cavar con la idea de llegar a dichos tesoros, pero... Se cansaron pronto.