¡Hola, a todos!
En esta
escuela aprendí a leer con D. José, alias "Machín", del que guardo gratos recuerdos, a pesar de las veces que sufrí los efectos de la vara de acebuche que manejaba con el mismo
arte que sus recursos personales de pedagogo genial.
Se accedía a ella por una
puerta, que estaba ubicada donde ahora han colocado una
ventana al final de la
fachada de ladrillos que se ve en la
foto.
En su interior lo primero que había era un zaguán, bastante amplio, con tres
puertas: la de entrada
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