"La cuestión determinante y más importante para las élites de poder es el 'control' de las emociones y sensaciones primarias del hombre como, el placer, el sufrimiento, el miedo, la alegría, de esta forma se aseguran el dominio en gran medida de nuestra voluntad a través de medios que sólo están a su alcance y que también sólo ellos pueden entender porque son ellos los que poseen el conocimiento de los mecanismos para su funcionamiento" (Albert A H)