Recuerdos de infancia: un día después de clase que salíamos a las once y media, cogimos los esquís con la intención de esquiar en la tierra de enfrente de la
iglesia, esa era la idea, pero como los guajes lo que pensamos lo hacemos, la odisea fue grandiosa; de esa tierra a la bajada de la iglesia que no es la de ahora Aquila era mas pronunciada, nosotros mismos nos animábamos (y si fuésemos a la bajada de Robles) y allí nos presentamos la bajada espectacular como estábamos tan emocionados solo pensábamos
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