Hola Elsa, claro que lo conocí, cortejabamos Montse y yo, y me llevó a
casa de Laudelina, madre de Gerardo, y tenía los
aperos y peluquería, nada más subir las
escaleras de casa, y ese día me dijo, o la tratas bien o mira esto, y me enseño una navaja de afeitar, jajajajaja, el hombre murió estando nosotros en
Mallorca.