no me pude resistir a poner una foto para memorizar lo que queda del muro del camino viejo, allí era nuestro retrete, y escondíamos los cigarros de bisonte que comprábamos entre unos cuantos y después de compartirlo nos echábamos el aliento para que no notaran en casa que habíamos fumado
El muro de los cuaryeles viejos, la casa del boticario, ¡ahora no debe de vivir nadie! Que humor hacer estas fotos, y a mi me gustan, es mi pueblo. Tino el que va al cementerio, ayer fuimos Ino y yo, con el perrito jajaja alli pasamos un rato, leyendo gente que ya no esta con nosotros, ¡todo vale! un besin