El coma más largo conocido es el experimentado por Elaine Esposito, de Florida (Estado Unidos), entró en él tras extirparle un apéndice del intestino cuando tenía tan sólo 6 años (en 1941). Estuvo en coma hasta 1978, cuando falleció a la edad de 43 años. Había estado en coma exactamente 37 años y 111 días.