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mide unos 20 cm. es usado por los miembros de ambos sexos. se suele encontrar colgado pero siempre preparado para ser usado inmediatamente. tiene pelos en un extremo y un agujero en el otro. la parte usada mas intensamente tiene forma tronco- cónica, ligeramente protuberante. para usarlo se introduce dentro de una concavidad corporal húmeda, caliente y carnosa, donde se agita metiéndolo y sacándolo mas o menos rápidamente, acompañado por movimientos sincronizados. produce un sonido fácilmente reconocible, que se suele acompañar con ruidos guturales de todo tipo. al acabar deja un líquido blanco, espumoso, caliente, viscoso, pegajoso y bastante asqueroso. al acabar la limpieza de este residuo blanco, se retoma a su posición colgante de descanso, listo para volver a ser usado otras 2 o 3 veces por día, aunque a menudo se usa con menos frecuencia.
Para Ampa:
Pensaba que en respuesta a la descripción que dabas del aparato de ayer, todo había quedado más o menos claro, de cómo debía de ser su uso pero no es así.
Ayer por tarde, al ir al Súper a hacer unas compras, cual es mi sorpresa, que nada más entrar lo primero que veo es a una joven agachada con uno entre las manos, y pensé: esto tiene más categoría de la que le damos.
Quien lo usa a menudo, acaba por no darle más importancia que la de ese momento puntual. Lo usas y te olvidas de él. Los expertos recomiendan hacerlo al menos un par de veces al día, yo por circunstancias que aquí no voy a contar lo hago cuatro veces diarias, dos de la forma más tradicional y otras dos con ayuda de una maquinita.
Algunas veces cuando realmente hay una necesidad de usarlo, no tienes ninguno cerca, estas fuera de tu casa, por lo general rodeado de gente, de personas que son desconocidas para ti, pero la necesidad de uso es casi vital, y acabas sucumbiendo a esa necesidad! Y lo haces con un dedo!.
Te llevas el dedo hay, justo donde tú sabes que debe llegar, porqué nadie como uno mismo conoce esos rincones del cuerpo. Si lo haces en público intentas disimular tapándote con la otra mano, pero en la privacidad de un baño se acaba haciendo sin ningún pudor.
Y qué me dices cuando siendo una persona diestra, hombre o mujer, tienes esta mano con alguna lesión, o vendada e intentas usar la mano izquierda?
No es ni parecido, no coordinas los movimientos y acabas salpicando hasta por las paredes.
Otro momento importante es cuando tras coincidir con tu pareja, bien sea hombre o mujer, lo hacéis juntos, frente a frente, y no sé porqué, uno se acaba riendo, cuando mira al contrario y ve ese hilito de liquido blanco salir por la comisura de los labios.
Pero lo más terrible de todo es cuando al acabar de hacerlo y aun con él en la mano tu mujer te mira a los ojos y te suelta de repente:
--Esto ya no es lo que era, no tiene la dureza del principio, ni la tersura, creo que no lo voy a usar más.
Tú con cara de tonto lo miras casi con cierto cariño, y dices:
--Pues yo no lo veo tan mal.
--Es más, te dice, creo que me voy a comprar uno con pilas, o para enchufar a la corriente, el otro día vi uno en una tienda que es justo la medida que yo necesito, tiene el agarradero de silicona, para que no resbale entre las manos, cinco velocidades, y tres mil revoluciones por minuto, y además hace varios movimientos a la vez.
Tú le sigues mirando sin decir ni pio
--También es de un tamaño ideal para llevar en el bolso, por si tengo la necesidad de usarlo a media mañana.
Esto ya te deja totalmente sin palabras, pero piensas que tal vez después del pincho de tortilla de las once, lo mejor es darle uso, que para eso lo tiene.
Aunque la gota que colmo el vaso es cuando dijo:
-- Ya verás que cara de envidia se le queda a las del trabajo, cuando me vean usarlo me van a pedir que se lo deje.., pero este es solo para uso personal.
Así pues nos fuimos a la tienda y compramos uno con dos cabezales intercambiables, para poder yo también usarlo y sacar el máximo rendimiento a esas tres mil revoluciones por minuto.
Quizá en otra ocasión os cuente como fué esa primera experiencia y también contaré como los indios del alto amazonas hacen uno con una raíz, para regalárselo a su mujer.
Salu2
Pensaba que en respuesta a la descripción que dabas del aparato de ayer, todo había quedado más o menos claro, de cómo debía de ser su uso pero no es así.
Ayer por tarde, al ir al Súper a hacer unas compras, cual es mi sorpresa, que nada más entrar lo primero que veo es a una joven agachada con uno entre las manos, y pensé: esto tiene más categoría de la que le damos.
Quien lo usa a menudo, acaba por no darle más importancia que la de ese momento puntual. Lo usas y te olvidas de él. Los expertos recomiendan hacerlo al menos un par de veces al día, yo por circunstancias que aquí no voy a contar lo hago cuatro veces diarias, dos de la forma más tradicional y otras dos con ayuda de una maquinita.
Algunas veces cuando realmente hay una necesidad de usarlo, no tienes ninguno cerca, estas fuera de tu casa, por lo general rodeado de gente, de personas que son desconocidas para ti, pero la necesidad de uso es casi vital, y acabas sucumbiendo a esa necesidad! Y lo haces con un dedo!.
Te llevas el dedo hay, justo donde tú sabes que debe llegar, porqué nadie como uno mismo conoce esos rincones del cuerpo. Si lo haces en público intentas disimular tapándote con la otra mano, pero en la privacidad de un baño se acaba haciendo sin ningún pudor.
Y qué me dices cuando siendo una persona diestra, hombre o mujer, tienes esta mano con alguna lesión, o vendada e intentas usar la mano izquierda?
No es ni parecido, no coordinas los movimientos y acabas salpicando hasta por las paredes.
Otro momento importante es cuando tras coincidir con tu pareja, bien sea hombre o mujer, lo hacéis juntos, frente a frente, y no sé porqué, uno se acaba riendo, cuando mira al contrario y ve ese hilito de liquido blanco salir por la comisura de los labios.
Pero lo más terrible de todo es cuando al acabar de hacerlo y aun con él en la mano tu mujer te mira a los ojos y te suelta de repente:
--Esto ya no es lo que era, no tiene la dureza del principio, ni la tersura, creo que no lo voy a usar más.
Tú con cara de tonto lo miras casi con cierto cariño, y dices:
--Pues yo no lo veo tan mal.
--Es más, te dice, creo que me voy a comprar uno con pilas, o para enchufar a la corriente, el otro día vi uno en una tienda que es justo la medida que yo necesito, tiene el agarradero de silicona, para que no resbale entre las manos, cinco velocidades, y tres mil revoluciones por minuto, y además hace varios movimientos a la vez.
Tú le sigues mirando sin decir ni pio
--También es de un tamaño ideal para llevar en el bolso, por si tengo la necesidad de usarlo a media mañana.
Esto ya te deja totalmente sin palabras, pero piensas que tal vez después del pincho de tortilla de las once, lo mejor es darle uso, que para eso lo tiene.
Aunque la gota que colmo el vaso es cuando dijo:
-- Ya verás que cara de envidia se le queda a las del trabajo, cuando me vean usarlo me van a pedir que se lo deje.., pero este es solo para uso personal.
Así pues nos fuimos a la tienda y compramos uno con dos cabezales intercambiables, para poder yo también usarlo y sacar el máximo rendimiento a esas tres mil revoluciones por minuto.
Quizá en otra ocasión os cuente como fué esa primera experiencia y también contaré como los indios del alto amazonas hacen uno con una raíz, para regalárselo a su mujer.
Salu2
