Como bienvenida a Juansi, en nuestro foro, copio el siguiente artículo publicado en La Voz de Galicia.
El médico al que todo un pueblo no quiso dejar marchar
Más de 3.000 personas de Ordes firmaron para que el Sergas no trasladara a Juan Simón Torre, que ahora ejerce en Vigo
Repartieron papeles, recogieron firmas y se movilizaron. Pero no pudieron hacer nada. A los 12.300 habitantes del concello de Ordes -a medio camino entre Santiago y A Coruña- se les cayó el alma a los pies el día en que descubrieron que no hay nada más implacable que un concurso de traslados del Sergas. Fue así como Ordes perdió a su médico, el médico del pueblo, Juan Simón Torre Expósito. Tuvo que marcharse, pero se llevó bajo el brazo un título para el que no hay diploma: había logrado el cariño de los pacientes.
Hoy, Torre (Villaseca de Laciana, León, 1961) es médico de familia del centro de salud de Pintor Colmeiro, en Vigo. Su trabajo en un ambulatorio de ciudad poco tiene que ver la situación en un municipio mediano. Pero ya se ha encariñado con la gente y dice que los pacientes también con él.
Todo surgió hace ahora un año. El Servizo Galego de Saúde convocó un concurso de traslados. Por entonces él era interino, con lo cual, otra persona iba a ocupar su plaza y él tendría que ser trasladado. Los ordenses se movilizaron. distribuyeron papeles por todas partes y recogieron más de 3.000 firmas. «Aquello fue, fue... increíble». A Simón Torre le abrumó entonces y aun ahora le emociona.
Le conmovió tanto que, aunque barajaba marcharse a Portugal, lo desechó: «Vou seguir en Ordes», había declarado con contundencia a La Voz, en agradecimiento por las movilizaciones de los ciudadanos con los que estaba desde 1996.
Pero a la Consellería de Sanidade no le bastó. Y eso que el facultativo también es concejal -por el partido Nova Alternativa-, y considera que esa circunstancia hace que la ley le garantice una plaza en el lugar donde tiene el acta de edil. Ni con esas.
Pero ya ha pedido el traslado a su pueblo, aunque la Xunta no ha contestado. En realidad, confiesa que le daría cierta lástima abandonar Vigo ahora, cuando está a gusto con su trabajo.
Llegó a la ciudad gracias a unas oposiciones. Y se convirtió uno de esos gallegos que cruzan a diario la AP-9. Pero al menos, consiguió cumplir su promesa: seguir en Ordes.
El médico al que todo un pueblo no quiso dejar marchar
Más de 3.000 personas de Ordes firmaron para que el Sergas no trasladara a Juan Simón Torre, que ahora ejerce en Vigo
Repartieron papeles, recogieron firmas y se movilizaron. Pero no pudieron hacer nada. A los 12.300 habitantes del concello de Ordes -a medio camino entre Santiago y A Coruña- se les cayó el alma a los pies el día en que descubrieron que no hay nada más implacable que un concurso de traslados del Sergas. Fue así como Ordes perdió a su médico, el médico del pueblo, Juan Simón Torre Expósito. Tuvo que marcharse, pero se llevó bajo el brazo un título para el que no hay diploma: había logrado el cariño de los pacientes.
Hoy, Torre (Villaseca de Laciana, León, 1961) es médico de familia del centro de salud de Pintor Colmeiro, en Vigo. Su trabajo en un ambulatorio de ciudad poco tiene que ver la situación en un municipio mediano. Pero ya se ha encariñado con la gente y dice que los pacientes también con él.
Todo surgió hace ahora un año. El Servizo Galego de Saúde convocó un concurso de traslados. Por entonces él era interino, con lo cual, otra persona iba a ocupar su plaza y él tendría que ser trasladado. Los ordenses se movilizaron. distribuyeron papeles por todas partes y recogieron más de 3.000 firmas. «Aquello fue, fue... increíble». A Simón Torre le abrumó entonces y aun ahora le emociona.
Le conmovió tanto que, aunque barajaba marcharse a Portugal, lo desechó: «Vou seguir en Ordes», había declarado con contundencia a La Voz, en agradecimiento por las movilizaciones de los ciudadanos con los que estaba desde 1996.
Pero a la Consellería de Sanidade no le bastó. Y eso que el facultativo también es concejal -por el partido Nova Alternativa-, y considera que esa circunstancia hace que la ley le garantice una plaza en el lugar donde tiene el acta de edil. Ni con esas.
Pero ya ha pedido el traslado a su pueblo, aunque la Xunta no ha contestado. En realidad, confiesa que le daría cierta lástima abandonar Vigo ahora, cuando está a gusto con su trabajo.
Llegó a la ciudad gracias a unas oposiciones. Y se convirtió uno de esos gallegos que cruzan a diario la AP-9. Pero al menos, consiguió cumplir su promesa: seguir en Ordes.