Aquí también tengo otra historia, después de bajar cargado con un tronco de leña, el guardagujas que tenía la caseta en casi el mismo puente que le llamábamos "tita-rajo tita "me metió miedo y para correr más tire el tronco al río y llegue a casa aún asustado; otra vez en el callejón de D. Resti un paisano dándoselas de gracioso me embrizco un perro no era muy grande, yo llevaba una bara y en la punta atada una cuerda y asi me defendí como pude hasta que el perro se largo; pero lo que mas me enfado es-que mi hermano Esteban estaba viéndome desde la cantina de Emeterio riendose en compañía de otros dirían cosas de guajes un saludo Tino
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