Alonso 'destruye' 724 empleos en seis meses, un tercio del total de su plantilla, y condiciona el "cierre total" a nuevas rebajas salariales.
Tras la aplicación este mes de los EREs en Salgueiro, Santa Cruz y Coto, el grupo tendrá 545 trabajadores en León, frente a los 1.290 de septiembre, y en su totalidad 1.434.
Luchador nato, levantándose siempre que ha caído, el sector del carbón autóctono ve, tras una historia marcada por la lucha de la supervivencia, su futuro pender de un hilo. Los recortes de las ayudas al carbón y su posterior bloqueo mantienen a las empresas sin liquidez para hacer frente a las nóminas de sus trabajadores.
Ajustes, bloqueos, falta de negociación y un cupo de carbón que no acaba de llegar que se traducen en impagos y en expedientes de regulación de empleo que se repiten en la mayoría de las grandes empresas mineras que “asfixiadas”, según apuntas desde las dirección se ven obligadas a tomar estas drásticas decisiones sin que la puerta abierta a la negociación que ha dejado Nadal les empuje a dar marcha atrás.
Una realidad especialmente visible y dura en el Grupo Alonso que en medio año se ha llevado por delante al 33,5% de la plantilla que tiene en Castilla y León y Asturias. Así, el grupo minero, tras la aplicación de tres EREs en los próximos días en Salgueiro, Santa Cruz del Sil y Coto Minero Cantábrico, cerrará el mes de febrero con una plantilla de 1.434 empleados frente a los 2.158 trabajadores que empleaba en el mes de septiembre del 2012.
De 2.158 a 1.434 trabajadores
Un ajuste que sólo en la provincia de León supondrá la destrucción de 436 puestos de trabajo en este grupo empresarial sólo en seis meses, al pasar de tener una plantilla de 1.290 trabajadores a 854 el próximo mes de marzo, a lo que hay que sumar la destrucción de 288 empleos en Asturias.
Según datos facilitados por Fitag-UGT, el Grupo Alonso ha acometido una reducción en la plantilla de Uminsa del 31%, es decir, 255 trabajadores menos al pasar de los 808 que empleaba en septiembre de 2012 – 513 en Castilla y León y 295 en Asturias- a los 553 que tendrá el grupo en el mes de marzo del 2013.
Peor es la situación en Coto Minero Cantábrico donde en apenas seis meses la plantilla se ha visto reducida en un 41%, lo que se traduce en la pérdida de 303 empleos, de los que 241 son de Asturias al pasar de una plantilla de 735 trabajadores a una de 432.
Plantilla que también se ha visto reducida en los talleres, en León, que han pasado de 226 a los 151 trabajadores que estarán empleados el mes de marzo, mientras que en transportes la plantilla pasará se ha reducido de 249 a los 178 actuales y en seguridad de 140 a 120.
El Grupo Alonso habla de cierre
Recortes que se podrían elevar, tal y cómo señaló la dirección del Grupo Alonso a los representantes del comité de empresa de Uminsa y Coto Minero Cantábrico en una reunión, en caso de que los trabajadores no aceptasen las rebajas salariales que propone.
“La dirección ha puesto encima de la mesa la posibilidad de ir al cierre y sin garantías de futuro si la plantilla no acepta unas rebajas y unas modificaciones de las condiciones laborales que son innegociables”, señaló el representante de minería de Fitag-UGT Castilla y León.
Una situación que iría al cierre y que hace necesario, según destaca Maestro, que el empresario paralice el proceso de despidos y recortes que está llevando a cabo a la espera de la reunión que mantendrán los sindicatos en la primera semana de marzo con el secretario de Estado de Energia.
“Al igual que el resto de los empresarios, Victorino Alonso apunta que es una situación crítica pero ahora es el momento de paralizar este proceso de desmantelamiento para retomar un clima de tranquilidad, abrir las negociaciones con el Gobierno y, a partir de ahí, tomar medidas”.
Una marcha atrás que parece casi improbable lo que ha destapado de nuevo el conflicto laboral en el Grupo Alonso. De ahí que este lunes, los comités de empresa hayan convocado una reunión para analizar la situación y adoptar alguna medida de presión para intentar frenar al empresa que en las próximas dos semanas llevará a efecto la aplicación de tres expedientes que dejará en la calle a 300 trabajadores.
Tras la aplicación este mes de los EREs en Salgueiro, Santa Cruz y Coto, el grupo tendrá 545 trabajadores en León, frente a los 1.290 de septiembre, y en su totalidad 1.434.
Luchador nato, levantándose siempre que ha caído, el sector del carbón autóctono ve, tras una historia marcada por la lucha de la supervivencia, su futuro pender de un hilo. Los recortes de las ayudas al carbón y su posterior bloqueo mantienen a las empresas sin liquidez para hacer frente a las nóminas de sus trabajadores.
Ajustes, bloqueos, falta de negociación y un cupo de carbón que no acaba de llegar que se traducen en impagos y en expedientes de regulación de empleo que se repiten en la mayoría de las grandes empresas mineras que “asfixiadas”, según apuntas desde las dirección se ven obligadas a tomar estas drásticas decisiones sin que la puerta abierta a la negociación que ha dejado Nadal les empuje a dar marcha atrás.
Una realidad especialmente visible y dura en el Grupo Alonso que en medio año se ha llevado por delante al 33,5% de la plantilla que tiene en Castilla y León y Asturias. Así, el grupo minero, tras la aplicación de tres EREs en los próximos días en Salgueiro, Santa Cruz del Sil y Coto Minero Cantábrico, cerrará el mes de febrero con una plantilla de 1.434 empleados frente a los 2.158 trabajadores que empleaba en el mes de septiembre del 2012.
De 2.158 a 1.434 trabajadores
Un ajuste que sólo en la provincia de León supondrá la destrucción de 436 puestos de trabajo en este grupo empresarial sólo en seis meses, al pasar de tener una plantilla de 1.290 trabajadores a 854 el próximo mes de marzo, a lo que hay que sumar la destrucción de 288 empleos en Asturias.
Según datos facilitados por Fitag-UGT, el Grupo Alonso ha acometido una reducción en la plantilla de Uminsa del 31%, es decir, 255 trabajadores menos al pasar de los 808 que empleaba en septiembre de 2012 – 513 en Castilla y León y 295 en Asturias- a los 553 que tendrá el grupo en el mes de marzo del 2013.
Peor es la situación en Coto Minero Cantábrico donde en apenas seis meses la plantilla se ha visto reducida en un 41%, lo que se traduce en la pérdida de 303 empleos, de los que 241 son de Asturias al pasar de una plantilla de 735 trabajadores a una de 432.
Plantilla que también se ha visto reducida en los talleres, en León, que han pasado de 226 a los 151 trabajadores que estarán empleados el mes de marzo, mientras que en transportes la plantilla pasará se ha reducido de 249 a los 178 actuales y en seguridad de 140 a 120.
El Grupo Alonso habla de cierre
Recortes que se podrían elevar, tal y cómo señaló la dirección del Grupo Alonso a los representantes del comité de empresa de Uminsa y Coto Minero Cantábrico en una reunión, en caso de que los trabajadores no aceptasen las rebajas salariales que propone.
“La dirección ha puesto encima de la mesa la posibilidad de ir al cierre y sin garantías de futuro si la plantilla no acepta unas rebajas y unas modificaciones de las condiciones laborales que son innegociables”, señaló el representante de minería de Fitag-UGT Castilla y León.
Una situación que iría al cierre y que hace necesario, según destaca Maestro, que el empresario paralice el proceso de despidos y recortes que está llevando a cabo a la espera de la reunión que mantendrán los sindicatos en la primera semana de marzo con el secretario de Estado de Energia.
“Al igual que el resto de los empresarios, Victorino Alonso apunta que es una situación crítica pero ahora es el momento de paralizar este proceso de desmantelamiento para retomar un clima de tranquilidad, abrir las negociaciones con el Gobierno y, a partir de ahí, tomar medidas”.
Una marcha atrás que parece casi improbable lo que ha destapado de nuevo el conflicto laboral en el Grupo Alonso. De ahí que este lunes, los comités de empresa hayan convocado una reunión para analizar la situación y adoptar alguna medida de presión para intentar frenar al empresa que en las próximas dos semanas llevará a efecto la aplicación de tres expedientes que dejará en la calle a 300 trabajadores.