ya estamos descontando los días que nos faltan para ver mi calle aunque sea sin nieve, cuanto e corrido por este sitio y sus alrededores, la merienda me la tiraban desde la ventana para no perder tiempo y seguir jugando; la mejor dieta para no estar gordo es quemar mas calorías de las que ingieres por eso en aquella época no tenía mas que huesos y como decían mis hermanas cuando me lavaban con mas mataduras que el caballo del fresquero, así llamaban al que iba por las calles a vender el pescado, la gente joven estas cosas del pueblo no las conocen un saludo con mucho cariño a todos