Entra un ladrón a robar un banco y le dice al cajero:
- ¡Levante las palmas! El hombre, nervioso, se lo piensa un rato y al final suelta:
- ¡Qué se yo! Bueno, venga, ¡ponle una X!
- ¡Levante las palmas! El hombre, nervioso, se lo piensa un rato y al final suelta:
- ¡Qué se yo! Bueno, venga, ¡ponle una X!