Gracias, Bego.
Tengo gratos recuerdos de ti y tu marido. Tienes una risa que contagia.
Recuerdo el encuentro en el
bar frente a donde vive Berta, tomando algo en el
patio trasero. Y en las
piscinas un dia que fui a tomar un cafecito y jugabais a cartas con la
familia.
Un beso para ti, tu marido.
Volveremos a vernos.