Telefoneó una señora a cierta agencia de viajes, preguntando cuánto tardaría en llegar de Madrid a New York, en avión.
-Un momento, señora, le contestó la telefonista.
-Estupendo, repuso la señora, que colgó el teléfono sin esperar más detalles.
-Un momento, señora, le contestó la telefonista.
-Estupendo, repuso la señora, que colgó el teléfono sin esperar más detalles.