No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos.
Hay un solo niño bello en el mundo, y cada madre lo tiene.
La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.
Hay un solo niño bello en el mundo, y cada madre lo tiene.
La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia.