Juegos Populares Lacianiegos
En la comarca existe una gran variedad de juegos. Hoy en día, muchos de estos juegos tradicionales apenas se practican, quedando, en el mejor de los casos, como muestras del rico folclore lacianego. Pero, aún así, se ha llevado a cabo una intensa labor que intenta recuperar los aspectos más populares de estos juegos y competiciones, ya que conlleva un interesante y rico legado cultural, necesario para preservar la identidad cultural de la comarca de Laciana. A continuación, describimos algunos de los juegos que todavía se practican o que han sido recuperados y documentados por los estudiosos del folclore.
En la comarca se practican los bolos leoneses. Quizá no se trate de un juego tradicional lacianego en sentido estricto, pero sí ha tenido una gran aceptación, ya que su difusión por toda la provincia leonesa ha sido muy grande. Este deporte se practica en la bolera, en la que se pueden distinguir dos zonas principales en torno a las cuales se articula la competición. Estamos hablando, por una parte, del “castro”, el lugar o la parte de la bolera donde se colocan los bolos que han de ser derribados. En segundo lugar, y a una cierta distancia, se encontraría el punto de lanzamiento de la bola. En cuanto al material empleado, tendríamos los bolos, de madera, y la bola que, aunque reciba este nombre, es un trozo de madera semiesférica. Esta forma va a propiciar que en su caída, cuando rueda por el castro, haga un especial recorrido que también se valorará en la puntuación final obtenida por el tirador.
Se utilizan, normalmente, nueve bolos que se colocan en hileras de tres en tres, al que se le añade uno delante. La bola se tira desde una raya que previamente ha sido marcada en el suelo. Para contar los bolos derribados, la bola ha de caer por delante de ese décimo bolo. Si no lo hace, se considera que es una “cinca”, y aunque haya derribado algún bolo, no se cuenta. El juego de bolos acepta dos versiones: Aquella en la que se busca la precisión del lanzamiento; y la que intenta golpear y enviar los bolos lo más lejos posible, conocida como “pasabolos”. En la primera versión, se intenta derribar el mayor número posible de bolos y que la bola haga un determinado recorrido. Si la bola, habiendo sido válida, se para en el “espacio del birle”, se efectúa una segunda tirada.
En la comarca existe una gran variedad de juegos. Hoy en día, muchos de estos juegos tradicionales apenas se practican, quedando, en el mejor de los casos, como muestras del rico folclore lacianego. Pero, aún así, se ha llevado a cabo una intensa labor que intenta recuperar los aspectos más populares de estos juegos y competiciones, ya que conlleva un interesante y rico legado cultural, necesario para preservar la identidad cultural de la comarca de Laciana. A continuación, describimos algunos de los juegos que todavía se practican o que han sido recuperados y documentados por los estudiosos del folclore.
En la comarca se practican los bolos leoneses. Quizá no se trate de un juego tradicional lacianego en sentido estricto, pero sí ha tenido una gran aceptación, ya que su difusión por toda la provincia leonesa ha sido muy grande. Este deporte se practica en la bolera, en la que se pueden distinguir dos zonas principales en torno a las cuales se articula la competición. Estamos hablando, por una parte, del “castro”, el lugar o la parte de la bolera donde se colocan los bolos que han de ser derribados. En segundo lugar, y a una cierta distancia, se encontraría el punto de lanzamiento de la bola. En cuanto al material empleado, tendríamos los bolos, de madera, y la bola que, aunque reciba este nombre, es un trozo de madera semiesférica. Esta forma va a propiciar que en su caída, cuando rueda por el castro, haga un especial recorrido que también se valorará en la puntuación final obtenida por el tirador.
Se utilizan, normalmente, nueve bolos que se colocan en hileras de tres en tres, al que se le añade uno delante. La bola se tira desde una raya que previamente ha sido marcada en el suelo. Para contar los bolos derribados, la bola ha de caer por delante de ese décimo bolo. Si no lo hace, se considera que es una “cinca”, y aunque haya derribado algún bolo, no se cuenta. El juego de bolos acepta dos versiones: Aquella en la que se busca la precisión del lanzamiento; y la que intenta golpear y enviar los bolos lo más lejos posible, conocida como “pasabolos”. En la primera versión, se intenta derribar el mayor número posible de bolos y que la bola haga un determinado recorrido. Si la bola, habiendo sido válida, se para en el “espacio del birle”, se efectúa una segunda tirada.