LXXVIII
El pueblo pequeño,
apacible, quieto.
Y ese azul inmenso,
roto por nubes blancas
que arrastra el viento.
Melancolía, misterio.
Ave María…
Y ese ciprés erguido
junto al cementerio,
vigilando la paz de los muertos,
¿Espera un poco de lluvia,
o la caricia del viento?
El pueblo pequeño,
apacible, quieto.
Y ese azul inmenso,
roto por nubes blancas
que arrastra el viento.
Melancolía, misterio.
Ave María…
Y ese ciprés erguido
junto al cementerio,
vigilando la paz de los muertos,
¿Espera un poco de lluvia,
o la caricia del viento?