CHARO, no digas que sois secos. Creo que tenemos una España tan grande, donde caben todas las formas de expresar los sentimientos. Un folclore tan rico, que es impresionante. Pueblos para perderse en ellos. Munumentos, historias, leyendas. Que más podemos pedir. Claro que sí CHARO, podríamos pedir y pedimos, dirigentes honestos, honrados, sabios. Pero peras al olmo, no debemos pedir.
Un abrazo y os dejo estas letrillas.
EL AMOR ES UNA PRENDA
El amor que había perdido
Una noche de verano
Lo... ¡Qué bonita poesía ANTONIO!... ¡Si es que los andaluces teneis gracia para todo!. Por ésta amada tierruca mia somos muy abiertos, pero somos secos, por lo menos ese es el concepto que la gente de fuera tiene de nosotros. Somos el producto de una tierra durísima, sacrificada y muy fria. No obstante, tambien somos por norma general gentes nobles, de buen caracter y acogedores.
Un agradecido chaval, y saludos a todos/as. CHARO, las gracias te las damos a tí. Leerte es, siempre, un placer. Te expresas con sencillez y da gusto recibir tus mensajes.
Lo que cuentas de tu Padre, es la pura realidad. Teniendo lo mínimo para comer, ya eran felices. Eran de otra razo. ¡Fíjate tu Padre! Con el saco de harina, ya estaba todo listo, ¡igual que ahora! Tenemos de todo y nos falta lo principal, -esa alegría de vivir-
Un abrazo CHARO y sigue esplayándote, que me encanta. Os dejo estas letrillas.
CABEZA O CORAZÓN
Viene el... Tienes mucha razón ANTONIO, y yo me pregunto con José María Gabriel y Galán en su poesía "La Pedrada"... ¿Somos los hombres de hoy aquellos niños de ayer?.
Todo ha cambiado, pero sigo considerando que no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita.
Recuerdo a mi padre que con aquella admirable nobleza y entereza de ánimo propia de aquellos hombres curtidos por la vida dura y sacrificada de "aquellos durísimos años que les tocó vivir". Un día frio, como sólo sabe hacerlo por esta tierra... ¡Ojalá ANTONIO se hicieran realidad esos bonitos y justos deseos tuyos!, pero al paso que vamos... permitemé que lo dude.
Hermosa poesía que me "obliga" a quedarme con el mensaje de la última estrofa: "Con su trabajo diario
Le iba dando de comer
A su mujer y a sus hijos
Y al vecino alguna vez".
¿No es bellísimo?... Por que esa era la realidad cotidiana que viví, en aquellos años lejanos de mi infancia, en casa de mis padres.
Un agradecido abrazo, y saludos a todos/as.