Otros cementerios han tenido menos suerte al quedar abandonados por la desaparición de sus pueblos. En el norte de Palencia, el pantano de Aguilar de Campoo anegó el pueblo de Frontada. Sólo se salvó una pequeña iglesia en un cerro donde aún existe un camposanto anexo ya sin actividad pero... Ahora desde aquí, en el sosegado otoño de mi existencia, al igual que "mi" amado rio Pisuerga en el embalse, sonrio con satisfacción al contemplar las cosas a mi alrededor. No con tanta curiosidad, pero sí con mucha más objetividad y serenidad. ¡Ahora voy al són de mi propio tambor!.
La vida no me ha tratado mal, y ahora, vivo al dia ¡eso sí! enterada de los avances de la ciencia, de cómo va el mundo, de las artes, la técnica y la computación. ¡Para nada me quedo rezagada!. Estoy gratamente impresionada...