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El juego de "LAS CHAPAS", característico de la Semana Santa, muy arraigado en los pueblos de la Peña tambien se jugaba y juega en ésta "nuestra" Villa.
Junta CyL otorga 37 licencias para el juego de las chapas en Palencia
Las licencias afectan en la capital a cinco establecimientos, mientras que el resto de municipios que las han solicitado son Saldaña (6), Herrera de Pisuerga (4), Dueñas (3), Aguilar de Campoo (2), Cervera de Pisuerga (2), Osorno (2), Alar del Rey (2), Monzón de Campos, (1) Espinosa de Villagonzalo (1), Sotobañado y Priorato de Boedo (1), Santibañez de la Peña (1), Renedo de la Vega (1), Villamuriel (1), Lantadilla (1), Baños de Cerrato (1), Venta de Baños (1), Melgar de Yuso (1) y Paredes de Nava (1).
Las chapas se basan en un juego tradicional que sólo puede ser autorizado para su práctica durante el Jueves, Viernes y Sábado de la Semana Santa de cada año, así como durante la celebración de las fiestas patronales en las localidades donde esta tradición apostadora haya venido practicándose de forma habitual durante los últimos años.
El objeto jugado ha de ser necesariamente una cantidad líquida y cierta de dinero, no pudiendo efectuarse las apuestas sobre animales, bienes muebles o inmuebles, ni sobre su correspondiente valor económico.
Los lugares para la práctica de la chapas podrán ser al aire libre o en un local cerrado siempre que no obstaculice el tránsito de personas o vehículos.
Además, las partidas no pueden jugarse a menos de 100 metros de un centro educativo y al aire libre sólo podrá realizarse durante las horas en que exista luz natural.
Son infracciones muy graves no obtener la correspondiente autorización; jugar en recintos o lugares o por personas no autorizadas; jugar fuera de los días establecidos; la cesión de las autorizaciones otorgadas; la manipulación de los juegos y las apuestas, así como del material del juego; y la admisión de apuestas que excedan de la cantidad de dinero máxima determinada por el participante en la primera fase del juego.
Junta CyL otorga 37 licencias para el juego de las chapas en Palencia
Las licencias afectan en la capital a cinco establecimientos, mientras que el resto de municipios que las han solicitado son Saldaña (6), Herrera de Pisuerga (4), Dueñas (3), Aguilar de Campoo (2), Cervera de Pisuerga (2), Osorno (2), Alar del Rey (2), Monzón de Campos, (1) Espinosa de Villagonzalo (1), Sotobañado y Priorato de Boedo (1), Santibañez de la Peña (1), Renedo de la Vega (1), Villamuriel (1), Lantadilla (1), Baños de Cerrato (1), Venta de Baños (1), Melgar de Yuso (1) y Paredes de Nava (1).
Las chapas se basan en un juego tradicional que sólo puede ser autorizado para su práctica durante el Jueves, Viernes y Sábado de la Semana Santa de cada año, así como durante la celebración de las fiestas patronales en las localidades donde esta tradición apostadora haya venido practicándose de forma habitual durante los últimos años.
El objeto jugado ha de ser necesariamente una cantidad líquida y cierta de dinero, no pudiendo efectuarse las apuestas sobre animales, bienes muebles o inmuebles, ni sobre su correspondiente valor económico.
Los lugares para la práctica de la chapas podrán ser al aire libre o en un local cerrado siempre que no obstaculice el tránsito de personas o vehículos.
Además, las partidas no pueden jugarse a menos de 100 metros de un centro educativo y al aire libre sólo podrá realizarse durante las horas en que exista luz natural.
Son infracciones muy graves no obtener la correspondiente autorización; jugar en recintos o lugares o por personas no autorizadas; jugar fuera de los días establecidos; la cesión de las autorizaciones otorgadas; la manipulación de los juegos y las apuestas, así como del material del juego; y la admisión de apuestas que excedan de la cantidad de dinero máxima determinada por el participante en la primera fase del juego.
Es tradicional en la provincia de Palencia, durante estos días de Semana Santa, el juego de las chapas.
La Junta de Castilla y León otorga 37 licencias para el juego de las chapas en la provincia, de las cuales dos de ellas corresponden a la villa de Aguilar de Campoo.
Las chapas se basan en un juego tradicional que sólo puede ser autorizado para su práctica durante el Jueves, Viernes y Sábado santo de cada año, así como durante la celebración de las fiestas patronales en las localidades donde esta tradición apostadora haya venido practicándose de forma habitual durante los últimos años.
Los lugares para la práctica de la chapas podrán ser al aire libre o en un local cerrado siempre que no obstaculice el tránsito de personas o vehículos. Las partidas además, no pueden jugarse a menos de 100 metros de un centro educativo y al aire libre sólo podrá realizarse durante las horas en que exista luz natural.
El objeto jugado ha de ser necesariamente una cantidad de dinero, no pudiendo efectuarse las apuestas sobre animales, bienes muebles o inmuebles, ni sobre su correspondiente valor económico.
Los apostantes se reúnen en círculo, estando el baratero en el centro (persona encargada). Las apuestas se hacen a caras o cruces. Las chapas se colocan cruz con cruz y se lanzan al aire las monedas, lo más vertical y horizontalmente posible. Si al caer al suelo, salen caras, ganan los que hayan apostado a caras, si salen cruces, los que hayan apostado a cruces. Si caen cara y cruz, no gana nadie y se repite la jugada. El jugador que inicia la jugada, si acierta en su apuesta, sigue lanzando las chapas hasta que falle, pasando, entonces, el turno a otro apostante de signo distinto.
La Junta de Castilla y León otorga 37 licencias para el juego de las chapas en la provincia, de las cuales dos de ellas corresponden a la villa de Aguilar de Campoo.
Las chapas se basan en un juego tradicional que sólo puede ser autorizado para su práctica durante el Jueves, Viernes y Sábado santo de cada año, así como durante la celebración de las fiestas patronales en las localidades donde esta tradición apostadora haya venido practicándose de forma habitual durante los últimos años.
Los lugares para la práctica de la chapas podrán ser al aire libre o en un local cerrado siempre que no obstaculice el tránsito de personas o vehículos. Las partidas además, no pueden jugarse a menos de 100 metros de un centro educativo y al aire libre sólo podrá realizarse durante las horas en que exista luz natural.
El objeto jugado ha de ser necesariamente una cantidad de dinero, no pudiendo efectuarse las apuestas sobre animales, bienes muebles o inmuebles, ni sobre su correspondiente valor económico.
Los apostantes se reúnen en círculo, estando el baratero en el centro (persona encargada). Las apuestas se hacen a caras o cruces. Las chapas se colocan cruz con cruz y se lanzan al aire las monedas, lo más vertical y horizontalmente posible. Si al caer al suelo, salen caras, ganan los que hayan apostado a caras, si salen cruces, los que hayan apostado a cruces. Si caen cara y cruz, no gana nadie y se repite la jugada. El jugador que inicia la jugada, si acierta en su apuesta, sigue lanzando las chapas hasta que falle, pasando, entonces, el turno a otro apostante de signo distinto.