AGUILAR DE CAMPOO: "De chatarra a tren de lujo"...

"De chatarra a tren de lujo"

El Expreso de La Robla propone un recorrido por la ruta del éxodo del carbón leonés hacia la industria vasca.

El Expreso de La Robla, hermano del Transcantábrico, echa a andar siguiendo los pasos que dieron a principios del siglo pasado las miles de toneladas de carbón de las cuencas leonesa y palentina en su éxodo hacia Vizcaya. El traqueteo que guió el mineral negro hacia la industria siderúrgica vasca acerca ahora en cuatro días a los turistas que elijan este tren de Feve (Ferrocarriles de Vía Estrecha) la Castilla y León más verde, los tesoros del románico e incluso las cristalinas aguas del Cantábrico.

El convoy, de 78 metros de longitud, serpentea la línea de vía estrecha que surca la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica y la atraviesa para asomarse a las frías aguas del norte. León, Villasana de Mena (Burgos), Bilbao, Gijón y Santiago de Compostela son sus puntos de partida y llegada. Se trata de un crucero a bordo de un tren que mantiene la magia, el clasicismo y el 'glamour' de los vagones de pasajeros del siglo pasado. Sin duda, un tren de lujo adaptado a todos los bolsillos, una estrategia con la que Feve pretende incrementar el área de negocio de los trenes turísticos.

El Expreso de La Robla ofrece tres rutas diferenciadas, dos entre abril y noviembre (por Castilla y León) y otra entre junio y septiembre (por Asturias y Galicia). Todas tienen idéntica duración, cuatro días y tres noches. Se inician los jueves a las 15.45 horas, bien de la estación de Feve de Bilbao para la ruta de Castilla y León (regresa a Bilbao el domingo en torno a las 21.00 horas) o bien desde Gijón.

La compañía prevé que unos 1.500 turistas recorran el norte de Burgos, León, Palencia, una pequeña parte del sur de Cantabria y Vizcaya. Un viaje en el que la naturaleza, la gastronomía, la historia y el arte son los platos estrella. Nueve personas se encargan de ofrecer el mejor servicio de restauración a bordo del tren, así como de guiar a los turistas, que también se desplazan en autobús por las diferentes comarcas, en su periplo por tres comunidades autónomas.
El viajero desayuna cada día en el tren mientras divisa paisajes de ensueño y almuerza y cena en una selección de restaurantes de Castilla y León y Vizcaya donde el paladar puede descubrir los sabores de los vinos de las Denominaciones de Origen Tierras de León y Ribera del Duero, de la cecina leonesa o de guisos de venado, jabalí, cochinillo o lechazo. Un abanico de sensaciones que surgen en torno a la magia del monasterio de Santa María la Real (AGUILAR DE CAMPOÓ), las cuevas que esconden las bodegas de Valdevimbre (León) o el parador de Fuentes Carrionas de Cervera de Pisuerga. En total, 720 kilómetros de recorrido que el convoy recorre a una velocidad media de 60 kilómetros por hora.
Inversión
Feve invirtió tres millones en la conversión de cuatro coches cama, tres vagones y una máquina de los años 60 y 80 en un nuevo tren que cuenta con 28 compartimentos dobles de los que se ponen a la venta 27, tres salones y una locomotora diésel. La línea de La Robla a Balmaseda fue inaugurada en 1894. Su fin inicial era transportar el carbón de las cuencas mineras leonesas y palentinas hasta Bilbao para satisfacer la demanda de la potente industria siderúrgica vasca.