Estaba tan entusiasmada poniendo información "seria" sobre los frutos silvestres que olvidaba lo más importante, que por sernos familiar no deja de ser igual o más "serio". Esas exquisitas frutitas que degustamos, de postre extraordinario, fueron cultivadas y recolectadas en este idílico jardincito Aguilarense. ¿Alguien da más?... ¡Si es que en Aguilar sabemos sacar provecho del más diminuto trocito de tierra!.
Un abrazo.
Un abrazo.