Antonio, estoy segura de que esas poesias son una "delica" copia de la durísima realidad que a muchos niños/as de aquellos "nuestros" años les tocó vivir. Y no tengo la menor duda tampoco de que hoy son unas maravillosas personas que viven dignamente y sin rencor. ¿No es extraordinario?... ¡Para que luego nos vengan con la milonga de "las secuelas", tan de moda hoy!.
Desde este simpático rincon Aguilarense, un abrazo ANTONIO, VICTORIA, y gracias por el regalo de vuestras poesias.
Desde este simpático rincon Aguilarense, un abrazo ANTONIO, VICTORIA, y gracias por el regalo de vuestras poesias.