¡Ay que sí Antonio!, ha tenido que ser una experiencia extraordinaria, no tengo la menor duda. Por que de eso, salvando las distancias, tambien tenemos algo los que por diversas circunstancias nos vimos obligados a "emigrar" a otras regiones. No es lo mismo ¡claro que no!, pero se le parece mucho.
Y es que en cada párrafo, en cada línea de los/as que escribimos en estos foros dejamos ese sabor de la añoranza hacia nuestra tierra.
Para muestra tu última poesia, que como todas (tambien las de VICTORIA), nos traen ese canto amigo...
... No me pidan más porfías
Que a mi me gusta soñar
Con mi gente, con mi pueblo
Mi romería, mi Hermandad
A. E. I.
Un saludo afectuoso Antonio, Victoria, Libertad, Catuno, y a todos/as.
Y es que en cada párrafo, en cada línea de los/as que escribimos en estos foros dejamos ese sabor de la añoranza hacia nuestra tierra.
Para muestra tu última poesia, que como todas (tambien las de VICTORIA), nos traen ese canto amigo...
... No me pidan más porfías
Que a mi me gusta soñar
Con mi gente, con mi pueblo
Mi romería, mi Hermandad
A. E. I.
Un saludo afectuoso Antonio, Victoria, Libertad, Catuno, y a todos/as.
Feliz tarde Charo un beso y que lo pases muy bien
Buenas noches a los dos Antonio y Victoria, y muchas gracias por que gracias a vosotros este foro sigue activo y maravillosamente embellecido con esas preciosas poesias que aportais.
Hoy os traigo esta reseña que encuentro en "mis alertas" y que publica "La Region". ¡Es que oigo el nombre de esta Villa galletera y me emociono!.
--------------- HABLAR BIEN ----------------
Antonio Sempere 30-09-2010
Al final de la conversación mantenida entre Iñaki Gabilondo y Rodrigo Cortés, dentro del contenedor de debate, diálogo y análisis de la actualidad que es 'Hoy', el anfitrión preguntó al invitado dónde había aprendido a hablar tan bien, dónde había aprendido a dominar los recovecos del castellano para manejarlo tan correctamente.
Durante media hora habían hablado de cine, de la complejidad técnica de 'Enterrado', pero al final, Iñaki Gabilondo se salió del marco que imaginariamente se había trazado, y aludió a la propia conversación que acababa de mantener; se salió fuera de ella, imaginándose como espectador, para agradecer el verbo fluido, el dominio del lenguaje de este comunicador nato que es Rodrigo Cortés.
Porque, no nos engañemos, no es esto lo común. No es fácil encontrar a alguien capaz de pronunciar el término adecuado, de clavar las palabras como si fueran dardos, de ilustrar con los sinónimos justos, con las metáforas adecuadas. Sin que el discurso quede afectado, salvo que llamemos afectado a hablar bien.
A mí me también me deslumbró el verbo florido de Rodrigo Cortés. A mí también me cautivó su palabra en los desayunos compartidos en aquellos hoteles de Peñíscola, de Almería, de Medina del Campo o AGUILAR DE CAMPOÓ.
Hoy os traigo esta reseña que encuentro en "mis alertas" y que publica "La Region". ¡Es que oigo el nombre de esta Villa galletera y me emociono!.
--------------- HABLAR BIEN ----------------
Antonio Sempere 30-09-2010
Al final de la conversación mantenida entre Iñaki Gabilondo y Rodrigo Cortés, dentro del contenedor de debate, diálogo y análisis de la actualidad que es 'Hoy', el anfitrión preguntó al invitado dónde había aprendido a hablar tan bien, dónde había aprendido a dominar los recovecos del castellano para manejarlo tan correctamente.
Durante media hora habían hablado de cine, de la complejidad técnica de 'Enterrado', pero al final, Iñaki Gabilondo se salió del marco que imaginariamente se había trazado, y aludió a la propia conversación que acababa de mantener; se salió fuera de ella, imaginándose como espectador, para agradecer el verbo fluido, el dominio del lenguaje de este comunicador nato que es Rodrigo Cortés.
Porque, no nos engañemos, no es esto lo común. No es fácil encontrar a alguien capaz de pronunciar el término adecuado, de clavar las palabras como si fueran dardos, de ilustrar con los sinónimos justos, con las metáforas adecuadas. Sin que el discurso quede afectado, salvo que llamemos afectado a hablar bien.
A mí me también me deslumbró el verbo florido de Rodrigo Cortés. A mí también me cautivó su palabra en los desayunos compartidos en aquellos hoteles de Peñíscola, de Almería, de Medina del Campo o AGUILAR DE CAMPOÓ.