¡Ay que sí VICTORIA, ANTONIO,!, cuántos recuerdos si repasamos la memoria. No hay la menor duda de la increible, por abundante y variada, lista de juegos que conocimos y practicamos. Y nos asombraremos, si lo pensamos bien, de la riqueza cultural que significaban y del sinnúmero de oportunidades que nos ofrecian para nuestro desarrollo físico y emocional.
¡Y en todo el barro!, que en más de una ocasión nos costó alguna zamina de nuestras madres.
De todas formas, los chiguitos, para eso se las pintaban solos, que las niñas eramos, o nos hacian ser, más comedidas en nuestros juegos. ¡Por eso habia juegos de niños y de niñas!. (ese era otro tema, ¿verdad?).
Un abrazo.
¡Y en todo el barro!, que en más de una ocasión nos costó alguna zamina de nuestras madres.
De todas formas, los chiguitos, para eso se las pintaban solos, que las niñas eramos, o nos hacian ser, más comedidas en nuestros juegos. ¡Por eso habia juegos de niños y de niñas!. (ese era otro tema, ¿verdad?).
Un abrazo.