Ole, ole y ole ANTONIO: ¡preciosa poesia, sí señor!.
Gracias amigo por traerla desde tan lejos, tu Huelva, aunque yo sé que vives en la Gran Urbe se nota en todos tus escritos esa raiz y ese:
"Podrán quitarme los ojos
Y dejar mi cuerpo ciego
Pero nunca la ilusión
De pensar como un labriego"
Que es a fin de cuentas el poso que guarda tu noble corazón.
Un abrazo agradecido ANTONIO, y saludos a todos/as.
Gracias amigo por traerla desde tan lejos, tu Huelva, aunque yo sé que vives en la Gran Urbe se nota en todos tus escritos esa raiz y ese:
"Podrán quitarme los ojos
Y dejar mi cuerpo ciego
Pero nunca la ilusión
De pensar como un labriego"
Que es a fin de cuentas el poso que guarda tu noble corazón.
Un abrazo agradecido ANTONIO, y saludos a todos/as.
CHARO, los recuerdos se pueden guardar, ocupan poco sitio, no son como los miebles que si traes nuevos, no sabes donde ponerlos. Un abrazo
Buenas tardes ANTONIO: No era esa exactamente la línea de mi pensamiento amigo. Más bien reflexionaba sobre esos hombre y mujeres que, como es mi particular historia, nos vimos obligados a dejar nuestra tierra en busca de un futuro ¿mejor?... para nosotros y nuestros hijos. Sin olvidar nuestra procedencia ni la férrea ética con que fuimos educados. Somos hijos del pueblo que seguimos ahí aunque estemos lejos.
A eso me referia amigo mio, sólo a eso.
Un abrazo de agradecimiento por todas esas extraordinarias visitas a mi pueblo y por distinguirme con tu amistad.
A eso me referia amigo mio, sólo a eso.
Un abrazo de agradecimiento por todas esas extraordinarias visitas a mi pueblo y por distinguirme con tu amistad.