¿Quien dice que "por mi puerto no paso"?... Que sí Antonio, ¿cómo no voy a pasar si es lo que más quiero?... Y dentro de nada vuelvo a esta tierra mia donde espero ver y disfrutar cada rincón. Creo aprobar, por fin, la asignatura pendiente que tengo de volver al pueblo que me vio nacer.
Desde luego, algo que no pienso perderme es la transformación del "convento caido", que hoy es Monasterio y de una categoria sin parangón.
Gracias amigo por esa poesia que nos invita a una profunda reflexión.
Desde ésta magnífica bóveda del Monasterio Santa Maria La Real, un saludo Antonio Escudero, y a todos/as.
Desde luego, algo que no pienso perderme es la transformación del "convento caido", que hoy es Monasterio y de una categoria sin parangón.
Gracias amigo por esa poesia que nos invita a una profunda reflexión.
Desde ésta magnífica bóveda del Monasterio Santa Maria La Real, un saludo Antonio Escudero, y a todos/as.
Charo... amigos todos, sin duda se ha notado mi ausencia estos días. sin embargo, el recuerdo de Aguilar, ha estado, mas allá de los Pirineos durante mi ausencia: alguien que reside en Paris y yo mismo, charlamos sobre esta bonita ciudad y amigos comunes; cosa que me había pasado desapercibida.
Por mi parte... de acá para allá, no me ha quedado tiempo que para repasar la historia en monumentos, y la mía en algunas nostalgias, de mucho antes de que mis canas florecieran.
Precisamente una tarde, en que la tenaz lluvia se alejó, tome nota de lo que las aguas del SEINE, turbadas por los barcos, ribera ariba i abajo me decían. Y es que las riberas de algunos ríos, desprenden para ni una magia especial, y rumores lejanos aproximan, dulces nostalgias. Dirán algunos (poco importa) ¿pero que nos cuenta este carcamal? Pues sencillamente, lo que llevo a la espalda, me dice el corazón y de veras que muchas veces sonrío. Pues bien, me detuve en uno de los puentes y de prnto me sentí con veinte y tantos años, muy cerca de el "Bois de Boulogene"; pronunciando, lo que sentía, a unos jóvenes oídos, que se dignaron escuchar, Mas o menos decía:
En esta tarde:
cualquier tarde "regreso"
regreso al árbol que acaricio tu espalda...
mientras yo. acariciaba tu cuerpo entero.
Acaricio y leo las paginas que leyera.
. y tu manantial temprano
estás en ellas.
Hoy estás
lejano ruiseñor de mi juventud perdida.
Hoy estás en un vuelo de amor,
en un canto, en una caricia...
Hoy estás en mil colores,
mi lejana mi inolvidable flor que no se marchita.
Y me digo
Y me cuento, en un lamento.
como sembré tu campo,
como sembraste el mío...
como creció la semilla que aún me grita.
LIBERTAD.
Por mi parte... de acá para allá, no me ha quedado tiempo que para repasar la historia en monumentos, y la mía en algunas nostalgias, de mucho antes de que mis canas florecieran.
Precisamente una tarde, en que la tenaz lluvia se alejó, tome nota de lo que las aguas del SEINE, turbadas por los barcos, ribera ariba i abajo me decían. Y es que las riberas de algunos ríos, desprenden para ni una magia especial, y rumores lejanos aproximan, dulces nostalgias. Dirán algunos (poco importa) ¿pero que nos cuenta este carcamal? Pues sencillamente, lo que llevo a la espalda, me dice el corazón y de veras que muchas veces sonrío. Pues bien, me detuve en uno de los puentes y de prnto me sentí con veinte y tantos años, muy cerca de el "Bois de Boulogene"; pronunciando, lo que sentía, a unos jóvenes oídos, que se dignaron escuchar, Mas o menos decía:
En esta tarde:
cualquier tarde "regreso"
regreso al árbol que acaricio tu espalda...
mientras yo. acariciaba tu cuerpo entero.
Acaricio y leo las paginas que leyera.
. y tu manantial temprano
estás en ellas.
Hoy estás
lejano ruiseñor de mi juventud perdida.
Hoy estás en un vuelo de amor,
en un canto, en una caricia...
Hoy estás en mil colores,
mi lejana mi inolvidable flor que no se marchita.
Y me digo
Y me cuento, en un lamento.
como sembré tu campo,
como sembraste el mío...
como creció la semilla que aún me grita.
LIBERTAD.