Yo trabajé en esa
fabrica, pero en el servicio electrico, en los años 37, 38 y 39 y un buen día, las mujeres mayores de edad intentarón tirarme al
río por tocarlas tres veces la sirena y hacerlas correr para entrar a trabajar a las ocho. Tengo muy buenos recuerdos. Manolo Ortiz.