Fui monaguillo durante bastantes años, pero nunca tuve la oportunidad de empujar esta carroza; de adolescente, me tocó llevar imágenes de Semana Santa (nunca olvidaré un Viernes Santo, llevando el Yacente, por la carretera de la estación y con la cellisca de frente... Estaba yo más helado que la imagen del ataúd.)
Por el Carmen y por San Luis sí que tuve el orgullo de voltear las campanas a mano.
Por el Carmen y por San Luis sí que tuve el orgullo de voltear las campanas a mano.