El Puente.
Foto del puente caído Año 1927
El Puente que se ha hundido es pasarela de madera que tiene de anchura poco más de un metro. Es colgante. estaba apoyado en dos pilares uno en cada orilla del río y sostenida por cuatro cables tensores dos de cada orilla. Se construyo hace cosa de seis años próximamente, a expensas del Conde de Mansilla y con objeto de comunicar la fabrica con los pabellones obreros establecidos en la margen opuesta.
La catástrofe.
Serian próximamente las cinco de la tarde cuando se produjo la catástrofe.
A esa hora el publico que concurre a la fiesta se traslada desde la orilla izquierda del río a la derecha porque está allí la explanada donde se celebra la verbena.
Esta tarde debían tener lugar diversos juegos tales como cucaña, concurso de natación, carreras y otros. El publico tomó posiciones para presenciarlos y un gentío inmenso se situó en el puente.
No e posible calcular el numero de personas que había en ese momento sobre la pasarela; unos dicen que cerca de doscientos; otros rebajan esa cifra; en cambio hay quien la hace elevarse a cerca de trescientos. En lo que todos desde luego están conformes es en decir que había gran numero de mujeres y de niños.
¿Como se produjo la catástrofe?, ¿Cuales han sido sus causas? No es posible saberlo en este instante. Según me informan, el estado de la pasarela no había presumido tal riesgo habiéndose por lo tanto de desechar la probabilidad de una rotura. Lo que me parece más fácil según se desprende de algunas versiones y por lo que yo mismo he podido colegir al examinar luego el lugar del suceso, es que ha cedido el enganche de uno de los cables tensores. En lo que están casi todos de acuerdo es en señalar que la pasarela se movía y el publico bromeaba sobre esto diciendo que se columpiaban.
A la hora que hemos citado (cinco próximamente de la tarde) y cuando el puente estaba materialmente henchido de personas, la pasarela se desprendió del pilar de la margen derecha y cayo al río. El cable del lado de arriba - en el sentido de la corriente - de dicha orilla se había roto o cedido en el enganche.
Por fortuna los cables de la orilla opuesta han remitido, pues de lo contrario la pasarela toda se hubiera derrumbado, siendo entonces incontable el numero de victimas.
El momento del suceso fue de una angustia y emoción inenarrable. cerca de un centenar de personas, tal vez más, cayeron al agua en un sitio en que el Pisuerga tiene una profundidad respetable. El espanto que se produjo en todos fue indescriptible. Gritos de terror, ayes de queja, voces desesperadas, que pedían socorro, confusión enorme en todos los demás y la mayoria de la gente que quiere huir aterrorizada y se precipita en frenético torrente por las escaleras y pasadizos de madera que sobre el río bordean la fabrica.
Imposible imponer orden. imposible a la autoridad, a la guardia civil y a las personas más serenas, contener y ordenar la avalancha. Los que se hallaban sobre la mitad del puente que quedo sostenido diagonalmente desde el pilar de la izquierda hasta el agua por los cables se precipitaron a trepar unos; a correr otros para liberarse del terrible peligro.
Entre tanto los que habían caído al río luchaban con la corriente, se asían a los maderos y buscaban desesperados un medio de salvación.
La consternación era general.
El Salvamento.
Sin ningún orden ni plan, sino con la espontaneidad de los momentos graves, se procedió al salvamento. Los que sabían nadar se arrojaron al agua para salvar a las victimas. fueron muchos los rasgos de generosidad y hasta de heroísmo.
Tomás Vallejo, músico de tercera de la banda del regimiento de San Marcial, logro sacar del agua con vida a cuatro personas. Otro músico de la misma banda, Gaspar Más, consiguió extraer a tres.
Un joven llamado Miguel Salcedo, se arrojó al río en los primeros momentos y luchó denodadamente para salvar a los caídos. Una de las veces extrajo del agua el cuerpo de una muchacha de doce años llamada Leudina Fuente Mediavilla. por desgracia era ya tarde el auxilio que recibía y la desdichada murió en los brazos del señor Salcedo.
Dos jóvenes hermanos llamados Elías y Antolin Fraile, hijos del medico de la localidad don Malaquias, acudieron presurosos con una barquichuela y lograron recoger más de cuarenta personas.
Isaac Herrero, Gregorio Ortega y otros muchos cuyos nombres no me ha sido posible averiguar contribuyeron con su valor y esfuerzos salvando diversas personas y niños a evitar que la catástrofe tuviera mayores y más dolorosas proporciones.
Los Muertos.
Hasta este momento han sido extraídos cuatro cadáveres que corresponden a:
Leudina Fuente Mediavilla, de 12 años de edad, natural y vecina de Villela (Burgos).
Gaspar Fernández, también de 12 años, natural y residente en Alar del Rey.
Teodora Rubio, de 22 años, de Mave.
Y un hijo de esta, una criatura que sólo contaba 4 meses de edad.
Estos cuatro cadáveres fueron conducidos y depositados en un departamento de la fabrica donde mañana se les practicará la autopsia.
Los Heridos.
Hé aquí la relación de heridos:
Julia Rodríguez Rey, de 54 años, casada, vecina de Villavega de Ojeda, luxación de un hombro.
Mónica Pérez Salvador, de 43 años, de Barrio de San Quirce (Burgos), herida y probable fractura en la región lumbar; grave.
Aniana Diez Rodríguez, de 32 años, de Olmos de Ojeda; una herida en la región frontal.
Deodata Vielva Pérez, 18 años del mismo pueblo; fractura del brazo derecho y herida en la región frontal.
Adelo Diez Ruiz, de 50 años, párroco de Olmos de ojeda, erosiones en la nariz y párpado superior derecho.
Román Sotelo Expósito, de 38 años, músico de primera del regimiento de San Marcial; luxación en el tobillo derecho.
Isaac Prieto Fernández, de 12 años, de Alar del Rey; heridas con gran desgarro en la región occipital.
Eliseo Rubio Beter, de 21 años, músico de tercera de San Marcial; contusiones internas en la región precordial y lumbar.
Vicente Ruiz González, también músico de San Marcial; Inocencio Postigo González, de 16 años, de Alar; Manuel Cerezo Rojas, de 45 años, pordiosero ambulante, y Martiniano Arroyo Pérez, de 30 años de Alar, presentan diversas lesiones.
Todos estos heridos han sido trasladados a los pabellones del barrio obrero, donde se les ha prestado asistencia facultativa.
Rápidamente habían acudido al lugar del triste suceso los médicos don Malaquias Fraile, sus hijos don Luis y don Faustino, y don Gabino Sánchez, de Prádanos de Ojeda quienes ayudados de los jóvenes estudiantes don Miguel Álvarez y don Joaquín López, procedieron a curar a los heridos.
Los Desaparecidos.
No es posible saber a ciencia cierta cuántos y quienes puedan haber desaparecido. Tratándose de un caso como éste en que había en el lugar del suceso centenares de personas forasteras y desconocidas no hay modo de comprobar la falta de algunos que bien pudiera ocurrir.
Sólo se conoce seguramente la desaparición de una muchacha llamada Eutiquia Martín Mediavilla, de Alar y de un joven de Nogales, cuyo nombre no he podido conocer hasta ahora.
Algunas personas creen que debe haber más victimas. No sabemos si están en lo cierto y esto sólo podrá averiguarse mañana de día, cuando se pueda practicar sondeo y exploraciones en el río.
Algunos jóvenes valerosos que se arrojaron al agua para salvar a las victimas me han asegurado que mientras nadaban han tropezado con algunos cuerpos y han tratado de subirlos a la superficie no pudiendo lograrlo por estar talvez aprisionados entre las maderas del puente.
Todas estas manifestaciones deben ser acogidas con reserva por que los momentos de nerviosidad y excitación consecuentes a una catástrofe como ésta, fácilmente produce confusiones de esta índole.
Celebraríamos que la desgracia no pasara de los términos ya conocidos y esperamos con ansia el día de hoy para saber la verdad.
Las Autoridades.
En el sitio de la catástrofe se personaron las autoridades de Alar del Rey tomando las medidas y disposiciones oportunas.
El juez municipal señor Palacios, acudió rápidamente comenzando la instrucción de diligencias.
A las nueve y media próximamente de la noche ha llegado el gobernador civil con el fiscal de la Audiencia. Han visitado el lugar del suceso y tomado todo genero de detalles, interesándose por el estado de los heridos y lamentando la desgracia que se ha sufrido en esta población.
El gobernador ha marchado de regreso a Palencia a las dos de la madrugada.
También llego el juzgado de instancia de Cervera compuesto por el juez, don José Parra y LLaves; secretario don Juan Almudi Rubio; forense, don Ángel Rodríguez Alonso, y oficial, don Teodoro González.
El juzgado de Cervera se ha hecho cargo de las diligencias practicadas por el juez municipal, señor Palacios y ha proseguido la actuación.
La alarma en la comarca
Foto del puente caído Año 1927
El Puente que se ha hundido es pasarela de madera que tiene de anchura poco más de un metro. Es colgante. estaba apoyado en dos pilares uno en cada orilla del río y sostenida por cuatro cables tensores dos de cada orilla. Se construyo hace cosa de seis años próximamente, a expensas del Conde de Mansilla y con objeto de comunicar la fabrica con los pabellones obreros establecidos en la margen opuesta.
La catástrofe.
Serian próximamente las cinco de la tarde cuando se produjo la catástrofe.
A esa hora el publico que concurre a la fiesta se traslada desde la orilla izquierda del río a la derecha porque está allí la explanada donde se celebra la verbena.
Esta tarde debían tener lugar diversos juegos tales como cucaña, concurso de natación, carreras y otros. El publico tomó posiciones para presenciarlos y un gentío inmenso se situó en el puente.
No e posible calcular el numero de personas que había en ese momento sobre la pasarela; unos dicen que cerca de doscientos; otros rebajan esa cifra; en cambio hay quien la hace elevarse a cerca de trescientos. En lo que todos desde luego están conformes es en decir que había gran numero de mujeres y de niños.
¿Como se produjo la catástrofe?, ¿Cuales han sido sus causas? No es posible saberlo en este instante. Según me informan, el estado de la pasarela no había presumido tal riesgo habiéndose por lo tanto de desechar la probabilidad de una rotura. Lo que me parece más fácil según se desprende de algunas versiones y por lo que yo mismo he podido colegir al examinar luego el lugar del suceso, es que ha cedido el enganche de uno de los cables tensores. En lo que están casi todos de acuerdo es en señalar que la pasarela se movía y el publico bromeaba sobre esto diciendo que se columpiaban.
A la hora que hemos citado (cinco próximamente de la tarde) y cuando el puente estaba materialmente henchido de personas, la pasarela se desprendió del pilar de la margen derecha y cayo al río. El cable del lado de arriba - en el sentido de la corriente - de dicha orilla se había roto o cedido en el enganche.
Por fortuna los cables de la orilla opuesta han remitido, pues de lo contrario la pasarela toda se hubiera derrumbado, siendo entonces incontable el numero de victimas.
El momento del suceso fue de una angustia y emoción inenarrable. cerca de un centenar de personas, tal vez más, cayeron al agua en un sitio en que el Pisuerga tiene una profundidad respetable. El espanto que se produjo en todos fue indescriptible. Gritos de terror, ayes de queja, voces desesperadas, que pedían socorro, confusión enorme en todos los demás y la mayoria de la gente que quiere huir aterrorizada y se precipita en frenético torrente por las escaleras y pasadizos de madera que sobre el río bordean la fabrica.
Imposible imponer orden. imposible a la autoridad, a la guardia civil y a las personas más serenas, contener y ordenar la avalancha. Los que se hallaban sobre la mitad del puente que quedo sostenido diagonalmente desde el pilar de la izquierda hasta el agua por los cables se precipitaron a trepar unos; a correr otros para liberarse del terrible peligro.
Entre tanto los que habían caído al río luchaban con la corriente, se asían a los maderos y buscaban desesperados un medio de salvación.
La consternación era general.
El Salvamento.
Sin ningún orden ni plan, sino con la espontaneidad de los momentos graves, se procedió al salvamento. Los que sabían nadar se arrojaron al agua para salvar a las victimas. fueron muchos los rasgos de generosidad y hasta de heroísmo.
Tomás Vallejo, músico de tercera de la banda del regimiento de San Marcial, logro sacar del agua con vida a cuatro personas. Otro músico de la misma banda, Gaspar Más, consiguió extraer a tres.
Un joven llamado Miguel Salcedo, se arrojó al río en los primeros momentos y luchó denodadamente para salvar a los caídos. Una de las veces extrajo del agua el cuerpo de una muchacha de doce años llamada Leudina Fuente Mediavilla. por desgracia era ya tarde el auxilio que recibía y la desdichada murió en los brazos del señor Salcedo.
Dos jóvenes hermanos llamados Elías y Antolin Fraile, hijos del medico de la localidad don Malaquias, acudieron presurosos con una barquichuela y lograron recoger más de cuarenta personas.
Isaac Herrero, Gregorio Ortega y otros muchos cuyos nombres no me ha sido posible averiguar contribuyeron con su valor y esfuerzos salvando diversas personas y niños a evitar que la catástrofe tuviera mayores y más dolorosas proporciones.
Los Muertos.
Hasta este momento han sido extraídos cuatro cadáveres que corresponden a:
Leudina Fuente Mediavilla, de 12 años de edad, natural y vecina de Villela (Burgos).
Gaspar Fernández, también de 12 años, natural y residente en Alar del Rey.
Teodora Rubio, de 22 años, de Mave.
Y un hijo de esta, una criatura que sólo contaba 4 meses de edad.
Estos cuatro cadáveres fueron conducidos y depositados en un departamento de la fabrica donde mañana se les practicará la autopsia.
Los Heridos.
Hé aquí la relación de heridos:
Julia Rodríguez Rey, de 54 años, casada, vecina de Villavega de Ojeda, luxación de un hombro.
Mónica Pérez Salvador, de 43 años, de Barrio de San Quirce (Burgos), herida y probable fractura en la región lumbar; grave.
Aniana Diez Rodríguez, de 32 años, de Olmos de Ojeda; una herida en la región frontal.
Deodata Vielva Pérez, 18 años del mismo pueblo; fractura del brazo derecho y herida en la región frontal.
Adelo Diez Ruiz, de 50 años, párroco de Olmos de ojeda, erosiones en la nariz y párpado superior derecho.
Román Sotelo Expósito, de 38 años, músico de primera del regimiento de San Marcial; luxación en el tobillo derecho.
Isaac Prieto Fernández, de 12 años, de Alar del Rey; heridas con gran desgarro en la región occipital.
Eliseo Rubio Beter, de 21 años, músico de tercera de San Marcial; contusiones internas en la región precordial y lumbar.
Vicente Ruiz González, también músico de San Marcial; Inocencio Postigo González, de 16 años, de Alar; Manuel Cerezo Rojas, de 45 años, pordiosero ambulante, y Martiniano Arroyo Pérez, de 30 años de Alar, presentan diversas lesiones.
Todos estos heridos han sido trasladados a los pabellones del barrio obrero, donde se les ha prestado asistencia facultativa.
Rápidamente habían acudido al lugar del triste suceso los médicos don Malaquias Fraile, sus hijos don Luis y don Faustino, y don Gabino Sánchez, de Prádanos de Ojeda quienes ayudados de los jóvenes estudiantes don Miguel Álvarez y don Joaquín López, procedieron a curar a los heridos.
Los Desaparecidos.
No es posible saber a ciencia cierta cuántos y quienes puedan haber desaparecido. Tratándose de un caso como éste en que había en el lugar del suceso centenares de personas forasteras y desconocidas no hay modo de comprobar la falta de algunos que bien pudiera ocurrir.
Sólo se conoce seguramente la desaparición de una muchacha llamada Eutiquia Martín Mediavilla, de Alar y de un joven de Nogales, cuyo nombre no he podido conocer hasta ahora.
Algunas personas creen que debe haber más victimas. No sabemos si están en lo cierto y esto sólo podrá averiguarse mañana de día, cuando se pueda practicar sondeo y exploraciones en el río.
Algunos jóvenes valerosos que se arrojaron al agua para salvar a las victimas me han asegurado que mientras nadaban han tropezado con algunos cuerpos y han tratado de subirlos a la superficie no pudiendo lograrlo por estar talvez aprisionados entre las maderas del puente.
Todas estas manifestaciones deben ser acogidas con reserva por que los momentos de nerviosidad y excitación consecuentes a una catástrofe como ésta, fácilmente produce confusiones de esta índole.
Celebraríamos que la desgracia no pasara de los términos ya conocidos y esperamos con ansia el día de hoy para saber la verdad.
Las Autoridades.
En el sitio de la catástrofe se personaron las autoridades de Alar del Rey tomando las medidas y disposiciones oportunas.
El juez municipal señor Palacios, acudió rápidamente comenzando la instrucción de diligencias.
A las nueve y media próximamente de la noche ha llegado el gobernador civil con el fiscal de la Audiencia. Han visitado el lugar del suceso y tomado todo genero de detalles, interesándose por el estado de los heridos y lamentando la desgracia que se ha sufrido en esta población.
El gobernador ha marchado de regreso a Palencia a las dos de la madrugada.
También llego el juzgado de instancia de Cervera compuesto por el juez, don José Parra y LLaves; secretario don Juan Almudi Rubio; forense, don Ángel Rodríguez Alonso, y oficial, don Teodoro González.
El juzgado de Cervera se ha hecho cargo de las diligencias practicadas por el juez municipal, señor Palacios y ha proseguido la actuación.
La alarma en la comarca