Razón Tienes! pero no es menos cierto que el desarrollo, el progreso, el mejorar la calidad de vida de la gente que allí reside, puede parecer que las cosas pierden su encanto, hay reside el buen hacer de los que en cada momento tienen la responsabilidad de hacer las cosas, conseguir adecuar los recursos a las nuevas exigencias, manteniendo siempre la esencia de lo que cada uno es.
Yo, no puedo hablar con mucha propiedad, solamente desde el punto de vista de una persona que se acerca a Alar media docena de veces al año, pero desde luego, me parece una maravilla de la naturaleza.
El paseo de tierra a lo largo del canal, Os lo aseguro, es para perderse.
El paseo de la Fabrica del Campo, hasta Nogales, con parada en la fuente del Gallo.! Jo machos! es una gozada. Os lo aseguro.
La zona donde estás las piscinas, sí que parece que la han cambiado, que aunque está preciosa la bajada del pisuerga a esa altura, no es menos cierto que los que tenemos el recuerdo de aquel espacio, de aquella preciosidad, sí que parece que ha quedado algo desnaturalizada, que ha perdido personalidad, pero seguro y estoy plenamente seguro de ello, que la recuperará, que será un espacio de ocio precioso, que las gentes de Alar disfrutarán de un lugar privilegiado y que el desarrollo tiene estas cosas, pero al final y si lo hacen bien, pues eso, que no volveremos la mirada para atrás.
Un pueblo, una ciudad son como las personas, tienen que cambiar de camisa, se tienen que sentir bien, tienen que gustar a los demás, hay que hacer la vida más llevadera a la gente, las nuevas generaciones, niños, jovenes, tienen ese derecho. Yo y lo digo con sinceridad, y me encanta la aventura, la llevo en los genes, cada vez que voy a Alar me emociono, cada día lo veo más bonito. Eso sí tiene que tener un poco más de vidilla, pero no echemos la culpa a nadie, de eso, también nosotros tenemos la culpa.
Yo echo de menos que en los bares no haya pintxos.
Bueno, vaya chapa que os he metido
Un saludo
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