En las noches de verano nos gustaba venir aquí.
Dejábamos unas patatas en el rescoldo de la lumbre y nos dábamos un paseo entre una imponente oscuridad, hasta quedar al socaire del molino.
Echábamos una manta y nos quedábamos "panzarríba" en silencio, llenando nuestros ojos de estrellas y escuchando el fragor que producía el Pisuerga cuando saltaba la presa.
El sitio estaba algo transitado y en ocasiones, se producían furtivos haces de luz acompañados de movimientos de reteles.
¿Que tal...?, ¿Cuantas docenas......?
El relente se encargaba de sacarnos del sopor y tras desentumecer los huesos, poníamos rumbo a casa, donde nos esperaban esas patatas asadas, tibias e impregnadas de aroma y ceniza......
Yo me las comía hasta con piel. Un poco de sal gorda y unos traguillos de porrón.
¡Porronpompéro, porronpompón....!
El acceso ahora es más difícil pero igual este verano me animo y repito.....
Saludos para tod@s.
; D
Dejábamos unas patatas en el rescoldo de la lumbre y nos dábamos un paseo entre una imponente oscuridad, hasta quedar al socaire del molino.
Echábamos una manta y nos quedábamos "panzarríba" en silencio, llenando nuestros ojos de estrellas y escuchando el fragor que producía el Pisuerga cuando saltaba la presa.
El sitio estaba algo transitado y en ocasiones, se producían furtivos haces de luz acompañados de movimientos de reteles.
¿Que tal...?, ¿Cuantas docenas......?
El relente se encargaba de sacarnos del sopor y tras desentumecer los huesos, poníamos rumbo a casa, donde nos esperaban esas patatas asadas, tibias e impregnadas de aroma y ceniza......
Yo me las comía hasta con piel. Un poco de sal gorda y unos traguillos de porrón.
¡Porronpompéro, porronpompón....!
El acceso ahora es más difícil pero igual este verano me animo y repito.....
Saludos para tod@s.
; D