Qué guapa estabas, Lidy!
Mi mejor recuerdo del colegio de las monjas, son los regalices que vendían a la hora del recreo, en aquel cuartuco que había debajo de la escalera. Y también recuerdo, con agrado, un juguete que te dejaban en el recreo, una especie de flores de distintos colores, que se encajaban para formar figuras. Muy entretenido.
Para mí, la escuela pública fue todo un descubrimiento…los niños y las niñas juntos, las mesas pintarrejeadas, el maestro, la libertad para algunas cosas y la disciplina casi militar para otras, y los reglazos… bueno, a mí no me dieron ninguno.
En la escuela, voluntariamente, las niñas limpiábamos los cristales de aquellos ventanales, con agua y periódicos…y tan contentas!, qué se lo digan ahora a las nuevas generaciones! Aunque con esto de la crisis, igual nos toca.
Mi mejor recuerdo del colegio de las monjas, son los regalices que vendían a la hora del recreo, en aquel cuartuco que había debajo de la escalera. Y también recuerdo, con agrado, un juguete que te dejaban en el recreo, una especie de flores de distintos colores, que se encajaban para formar figuras. Muy entretenido.
Para mí, la escuela pública fue todo un descubrimiento…los niños y las niñas juntos, las mesas pintarrejeadas, el maestro, la libertad para algunas cosas y la disciplina casi militar para otras, y los reglazos… bueno, a mí no me dieron ninguno.
En la escuela, voluntariamente, las niñas limpiábamos los cristales de aquellos ventanales, con agua y periódicos…y tan contentas!, qué se lo digan ahora a las nuevas generaciones! Aunque con esto de la crisis, igual nos toca.