Buenas Noches.
Lo que hoy nos ha sucedido a unas cuantas personas durante el 48 descenso internacional del Pisuerga, no tiene antecedente parecido alguno.
Cuando durante años, y siguiendo la tradición instaurada a semejanza de otros eventos de este tipo, hemos podido recorrer el rio junto a los palistas; en la presente edición, ha sido un privilegio solo reservado para el alcalde de Alar del Rey y unos cuantos invitados de este, que escoltados por el Teniente de la Guardia Civil, han recorrido sin molestia alguna el trazado, cortando el paso tanto por el puente de Villela, como por el de nogales.
A todos aquellos que como en otros años hemos querido seguir de cerca el evento por el margen izquierdo, ver a los palistas saltar las presas, e incluso tirarse por el túnel de la muerte, se nos ha prohibido el paso.
Muchos años, en el cartel anunciador de este descenso, se ha publicado un mapa, para que aquellos que quisieran pudieran seguir el evento por carretera o por el camino paralelo al rio. Todavía recuerdo el Mehari de Guillermo Escobar, o más tarde el de Chomin, por el camino de la fábrica del campo, hoy vacio.
En Villela, más de diez coches no han podido cruzar porque después de pasar su autobús, la guardia civil ha cortado el puente, con “El teniente” a la cabeza, el cual muy en su soberbia castrense, cuando le hemos indicado educadamente que era una tradición que hacemos todos los años solo ha contestado:
-“Pues este año NO”.
-“Viva la democracia”, digo yo.
En Nogales, el colmo de la del asunto, más de 25 vehículos se han quedado sin seguir a la presa de la fábrica del campo. Mis amigos y yo, si. Vosotros no.
Ilustrísimo Sr. Alcalde, apreciado Alberto.
En estos tiempos en que los políticos están mal vistos, y la democracia sirve para que tengamos todos los mismos derechos, la mujer del césar no solo debe de ser santa, sino además parecerlo. Este acto de hoy, huele a viejo y a caciquil, además de ayudar poco a una muy deteriorada fiesta de las piraguas. Te lo digo desde el más profundo cariño por Alar, y con el mayor respeto por tú persona, ya que considero que el pueblo, durante tú mandato ha experimentado un cambio, a mejor, muy importante. Lo cual no quita para que lo que ha sucedido hoy sea del todo imperdonable. Las fiestas son grandes si pueden participar todos, si no acaban por desaparecer o convertirse en privadas, Y un pueblo que necesita gente no debe permitirse estos lujos.
Se puede organizar de otra manera, respetando a los peatones del puente, a los vehículos que quieren cruzar, con tiempo suficiente antes de que lleguen los palistas, pero no se debe prohibir, y menos si la prohibición se la salta el Alcalde a la torera para disfrutar el solo con sus amigos. Si no se cruza por el puente, no se cruza, pero ni tú, ni yo. Como dice el viejo dicho…
“O jodemos todos o la p.. ta al rio”.
Querido Alberto, el evento de hoy, en organización, “0”. Recuerda que los políticos están para servir, no para servirse. Estoy a tu disposición cuando tú quieras, para ayudar en todo lo que necesite el pueblo.
Un afectuoso Saludo.
Raúl Martínez Peña
Lo que hoy nos ha sucedido a unas cuantas personas durante el 48 descenso internacional del Pisuerga, no tiene antecedente parecido alguno.
Cuando durante años, y siguiendo la tradición instaurada a semejanza de otros eventos de este tipo, hemos podido recorrer el rio junto a los palistas; en la presente edición, ha sido un privilegio solo reservado para el alcalde de Alar del Rey y unos cuantos invitados de este, que escoltados por el Teniente de la Guardia Civil, han recorrido sin molestia alguna el trazado, cortando el paso tanto por el puente de Villela, como por el de nogales.
A todos aquellos que como en otros años hemos querido seguir de cerca el evento por el margen izquierdo, ver a los palistas saltar las presas, e incluso tirarse por el túnel de la muerte, se nos ha prohibido el paso.
Muchos años, en el cartel anunciador de este descenso, se ha publicado un mapa, para que aquellos que quisieran pudieran seguir el evento por carretera o por el camino paralelo al rio. Todavía recuerdo el Mehari de Guillermo Escobar, o más tarde el de Chomin, por el camino de la fábrica del campo, hoy vacio.
En Villela, más de diez coches no han podido cruzar porque después de pasar su autobús, la guardia civil ha cortado el puente, con “El teniente” a la cabeza, el cual muy en su soberbia castrense, cuando le hemos indicado educadamente que era una tradición que hacemos todos los años solo ha contestado:
-“Pues este año NO”.
-“Viva la democracia”, digo yo.
En Nogales, el colmo de la del asunto, más de 25 vehículos se han quedado sin seguir a la presa de la fábrica del campo. Mis amigos y yo, si. Vosotros no.
Ilustrísimo Sr. Alcalde, apreciado Alberto.
En estos tiempos en que los políticos están mal vistos, y la democracia sirve para que tengamos todos los mismos derechos, la mujer del césar no solo debe de ser santa, sino además parecerlo. Este acto de hoy, huele a viejo y a caciquil, además de ayudar poco a una muy deteriorada fiesta de las piraguas. Te lo digo desde el más profundo cariño por Alar, y con el mayor respeto por tú persona, ya que considero que el pueblo, durante tú mandato ha experimentado un cambio, a mejor, muy importante. Lo cual no quita para que lo que ha sucedido hoy sea del todo imperdonable. Las fiestas son grandes si pueden participar todos, si no acaban por desaparecer o convertirse en privadas, Y un pueblo que necesita gente no debe permitirse estos lujos.
Se puede organizar de otra manera, respetando a los peatones del puente, a los vehículos que quieren cruzar, con tiempo suficiente antes de que lleguen los palistas, pero no se debe prohibir, y menos si la prohibición se la salta el Alcalde a la torera para disfrutar el solo con sus amigos. Si no se cruza por el puente, no se cruza, pero ni tú, ni yo. Como dice el viejo dicho…
“O jodemos todos o la p.. ta al rio”.
Querido Alberto, el evento de hoy, en organización, “0”. Recuerda que los políticos están para servir, no para servirse. Estoy a tu disposición cuando tú quieras, para ayudar en todo lo que necesite el pueblo.
Un afectuoso Saludo.
Raúl Martínez Peña
Voy a ser muy breve. Espero que, como hizo el Rey con la cacería de elefantes, el Sr. Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Alar del Rey, pide públicas disculpas.