Aviñante cuna de mineros arraigados a sus altas
montañas, así como a su duro trabajo, siendo en sus entrañas donde se ganan el sustento y sus mujeres que en el
campo apoyan el esfuerzo.
Este hermoso
pueblo que se alza sobre la ladera de la pinilla, roquedal estratéjico, en el cual se divisa el enclave de la peña:
sierra del brezo con su magnífico
monasterio, su singular trenecito de la robla por él tantas historias han pasado.
Su verde mies tan bonita en mayo como dorada en agosto por sus cereales,
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