Cuatrocientos años escuchando a mi fiel escudero Sancho aquello de: abengase buesa merced que no son gigantes, que son molinos. Soy yo ahora, no de. Quijote sino el ciudadano Alonso Quijanao quien se lo dice a usted: abengse altisima y reverendisima madre superiora de Arconada, que no son gigantes, que no rugen, que no hacen ruido, que son molinos y ademas en los tiempos que corren ANORESICOS.