Mi madre era de Palencia y mi padre de Autillo de Campos. Que bonitos los veranos que alli pasábamos , viendo trillar, llevando los animales a beber a la fuente, de la que sacábamos el agua con la manivela. Las casas de adobes, enfin hoy todo son recuerdos y añoranzas de aquella niñez en los veranos de la tierra de campos.