¡Dichoso tú Pedro, que has podido estar en
San Isidro en Congosto, porque has podido rememorar tus recuerdos sobre el mismo lugar!.
Es ley de vida, los que nos precedieron se fueron y sus hijos, ¡nosotros!, también seguimos el mismo
camino.
Pero, los recuerdos imborrables de los momentos pasados, junto a las demás personas de ese
pueblo, no nos lo quitará nadie, recuerdos mejores y algo menos mejores, pero preciosos de nuestra infancia y adolescencia.
¡Anímate y admira como hacemos viendo a los
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