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Boedo de Castrejón: Un Viaje por la Historia, Naturaleza y Tradición en la Montaña Palentina, BOEDO

Os dejo el vídeo si lo quería ver: https://drive. google. com/file/d/1dS84bRfpshVyGsdLm2 JEtlru9hBxEXFM/view? usp=sharing.

El texto del vídeo es el siguiente:

Boedo de Castrejón, un rincón en la Montaña Palentina, es un lugar donde la historia, la naturaleza y la tradición se entrelazan para crear un entorno único. Aunque pequeño, este pueblo nos revela aspectos agrícolas, industriales y naturales de gran importancia para la región. Hoy, exploraremos su historia, su vida rural y el renacimiento de una localidad que parecía haber sido olvidada por el tiempo.

La economía de Boedo de Castrejón ha estado históricamente vinculada a la agricultura y la ganadería. Durante generaciones, los campos se han trabajado principalmente para cultivar cereales como el trigo, el centeno y la cebada. Este ciclo agrícola comenzaba en octubre, cuando los vecinos araban la tierra con vacas y bueyes, preparándola para la siembra. Las eras del pueblo eran un punto de encuentro para la comunidad, donde se realizaban tareas de trilla y cosecha.

La ganadería también ha sido fundamental para la vida de los habitantes. Cada familia contaba con animales de trabajo como vacas y mulas, y la producción de queso en localidades cercanas era un orgullo regional. Además, el río Boedo proporcionaba cangrejos que no solo eran parte de la dieta, sino que también atraían a gente de otros pueblos para capturarlos y disfrutar de la gastronomía local.

El río Boedo no solo era clave para la agricultura y la pesca, también impulsaba una serie de molinos que fueron fundamentales para la economía local. Desde principios del siglo XX, molinos como el de Quintiliano García, que comenzó a operar en los años 20, eran vitales para la producción de harina y pienso. Estos molinos eran el motor de las economías familiares, moliendo el grano para alimentarse o alimentar al ganado.

En el corazón de Boedo de Castrejón se alzan las ruinas de la iglesia de San Cristóbal, un testigo silencioso del pasado del pueblo. Esta iglesia, construida en el siglo XVIII, hoy está en ruinas y ha sido invadida por la vegetación, pero sigue siendo un símbolo de la historia de este lugar. Incluida en la Lista Roja del Patrimonio, representa el patrimonio rural que está en peligro de desaparecer.

A pesar de su declive, en los últimos años, Boedo de Castrejón ha experimentado un leve renacimiento. Una familia de Valladolid compró y restauró algunas viviendas, trayendo de nuevo vida al pueblo. Sin embargo, Boedo sigue siendo uno de los pocos pueblos en España que todavía no cuenta con electricidad, aunque se están realizando esfuerzos para que el suministro llegue finalmente a la localidad. Gracias a la inversión en energías renovables, como placas solares y aerogeneradores, algunos habitantes han conseguido hacer frente a la falta de electricidad, pero aún queda camino por recorrer para que todo el pueblo pueda disfrutar de este servicio.

El nombre 'Boedo' tiene un origen interesante. Diversas fuentes sugieren varias derivaciones etimológicas. Puede proceder del latín bos, bovis, que significa 'buey', lo que subraya la importancia de la ganadería en la región. Otra teoría lo relaciona con el ítalo-celta buxetum, que hace referencia a un 'monte de boj', o incluso con el latín hudetum, que describe un 'terreno pantanoso o encharcado'. Estos orígenes etimológicos reflejan la conexión del pueblo con su entorno natural y las características del terreno que lo rodea.

Boedo de Castrejón nos recuerda que, aunque el tiempo pase y los desafíos sean muchos, hay lugares que nunca pierden su esencia. A veces, todo lo que necesitan es un pequeño empujón para volver a florecer.