ahora, en estos tiempos en que vivimos sin dar apenas importancia a la naturaleza, y que tanto daño se la hace, no existen ya cangrejos como en mi juventud e infancia, cuando acompañada por mí abuelo me enseñaba a cogerlos, solamente habia que levantar una de las piedras del rio, y aparecian en cantidad. ¡que recuerdos más bellos!