Durante una decima de segundo,
o durante una fracción de tiempo
aún más infinitesimal, nuestras
miradas se habían cruzado en la
oscuridad, como ladrones que
coinciden en el expolio de una
iglesia.
o durante una fracción de tiempo
aún más infinitesimal, nuestras
miradas se habían cruzado en la
oscuridad, como ladrones que
coinciden en el expolio de una
iglesia.