Más no salí totalmente ileso,
la hoja atravesó mi coselete
de cuero y resbaló sobre mis
costillas de modo que pensé
que el hombre me había matado.
Sí, me convencí de que era
hombre muerto.
la hoja atravesó mi coselete
de cuero y resbaló sobre mis
costillas de modo que pensé
que el hombre me había matado.
Sí, me convencí de que era
hombre muerto.