Erase una vez un perro llamado Bethoven. Este perrito vivia como un rey. Tenia una
familia que lo queria, lo alimentaba y le daba covijo.
Un buen día decidió salir a dar un
paseo con su mamá. Corrió jugó y se divirtió durante toda la mañana. Se le pasó el día tan rápido que no se dió cuenta de que estaba oscureciendo. Cuando quiso volver a
casa ya era de
noche y su mamá se había ido a casa. El se había quedado solo en medio del
campo. Durante el día no se había preocupado de saber donde estaba y
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